La vida de Juan Luis Díaz Álvarez siempre ha estado vinculada a la naturaleza, en concreto a la botánica y la ornitología, fundamentalmente a las aves exóticas. Ahora, tras la jubilación, Díaz es el creador de un jardín botánico de increíble belleza natural que ya ocupa una finca de 10.000 metros cuadrados. Allí se pueden admirar casi un millar de diferentes especies de todo el mundo, entre árboles, arbustos, plantas trepadoras ornamentales, frutales, arbustos florales y demás plantas, todas debidamente identificadas.

Otro de los atractivos del espectacular jardín, y el último hobby de Díaz, es un exótico aviario con una buena colección de aves que cuenta con 40 ejemplares, entre faisanes, rabadillas rojas, periquitos, colines de California, patos, ocas, gallinas kika inglesas y pitas pintas asturiana. Unas aficiones que heredó de sus tías Rosalía y Ángeles y de sus abuelos Ramona y Senén, cuando desde niño visitaba la finca familiar “Los Molinos”, en San Justo, Villaviciosa. “Recuerdo que de niño ya me interesaba mucho conocer cómo vivían los pájaros, cómo eran sus ‘ñeros’ y anidaban, y sobre todo su comportamiento”.

De entre todos ellos, Díaz reconoce que le enamora el exotismo de los faisanes: “tengo pasión personal por este ave. Me fascina su belleza y los majestuosos colores de su espectacular plumaje, sobre todo en los machos, el de las hembras es más discreto. Son aves que provienen principalmente de la India, China e Indonesia, pero que se han adaptado muy bien a nuestro medio y clima. Son preciosos, pero creo que están infravalorados”. En su particular “rincón de las aves” tiene hasta 20 ejemplares de diferentes especies. Y está especialmente orgulloso de un logro: “tengo una pareja de faisán dorado que desde hace tres años incuba en cautividad, esto es dificilísimo de conseguir”. Cuando pase el covid-19 volverá a abrir su finca a expertos, aficionados y escolares.