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Desolación en Llanera tras el atropello mortal de un joven de 22 años: "Ha sido una tragedia, es terrible"

La familia de la víctima exige que el peso de la ley caiga sobre el detenido, un ovetense de 42 años que tenía vigente una orden de ingreso en prisión

Los familiares del fallecido, junto a agentes de la Policía Local de Gijón y la Guardia Civil. | I. G.

La persecución de un delincuente que huía de la Policía Local de Gijón a Llanera terminó ayer en tragedia al arrollar mortalmente a un joven de 22 años a la altura de la recta de Coruño. Carlos Jiménez Jiménez, casado y padre de dos hijos, perdía la vida en el acto, poco antes de que los agentes diesen caza al conductor del vehículo, un vecino de Oviedo de 42 años e iniciales C. N. M. sobre el que pesaba una orden de ingreso en prisión por un delito de lesiones. Este individuo permanece custodiado por la Guardia Civil a la espera de que pase a disposición judicial mientras la familia de la víctima llora su pérdida y exige “que se haga justicia”. “Hay veces que las casualidades son terribles, y que una persona que está ahí, tranquilamente, vaya a ser atropellado por un coche”, lamentó ayer Gerardo Sanz, alcalde de Llanera, que conocía al fallecido y se desplazó al lugar del suceso para mostrar sus condolencias a la familia.

El luctuoso incidente se inició en Gijón sobre las 12.15 horas, a la altura de la avenida de Oviedo. Una patrulla de la Policía Local dio el alto a una pareja que circulaba por la vía en un Golf blanco excediendo la velocidad permitida. El conductor, que iba acompañado de una mujer, hizo caso omiso a las indicaciones e inició la fuga desde la parroquia de Porceyo, “a gran velocidad”, según detallan fuentes policiales, para coger la AS-II a la altura del restaurante Marieva hasta alcanzar la salida de Llanera. Los agentes municipales solicitaron refuerzos por radio, y a la persecución se sumaron rápidamente un coche de la Guardia Civil de la comandancia de Gijón, además del helicóptero del instituto armado que, desde el aire, supervisaba los movimientos temerarios del conductor.

Los agentes, custodiando el cuerpo del joven. | I. G.

El sospechoso seguía conduciendo ajeno a las indicaciones de los agentes, tratando de sortear los vehículos que encontraba a su paso y poniendo en serio riesgo al resto de conductores. “Iban como cazas, los agentes de la Policía Local iban con las luces, pero el otro ni caso”, relató un conductor que se topó con la persecución la altura de La Morgal. De hecho, según detallan fuentes policiales, fue al tratar de esquivar a uno de los coches cuando C. N. M. invadió el arcén de la vía, en la recta de Coruño, y se llevó por delante a Carlos Jiménez, gitano y una persona muy querida en Llanera. “Ha sido una tragedia, un chico de 22 años, con dos niños y una mujer que ahí se quedan sin él. Es terrible. Solo espero que el que lo haya hecho lo pague”, compartió Adela Gabarri Jiménez, presidenta de la Asociación gitana de Gijón, y que apreciaba al fallecido.

Los agentes de la Policía Local deteniendo al conductor, en la calle Carrión de Posada de Llanera.

El atropello provocó que el joven saliese disparado varios metros desde la puerta de la casa familiar, al lado de la carretera, y quedase tendido en el suelo. Fue un pariente quien se encargó de avisar a las autoridades y a los servicios sanitarios, que a pesar de la rapidez con la que llegaron (acudieron varias ambulancias) nada pudieron hacer por salvarle la vida al joven. Los agentes y los médicos tan solo certificaron la muerte de Carlos Jiménez, lo que provocó la consternación entre sus familiares y amigos, que en algún caso precisaron atención psicológica.

En el lugar del atropello mortal, además, se vivieron momentos de tensión por la pérdida de un joven muy conocido en Posada de Llanera y querido por sus vecinos. El padre del fallecido, conocido cariñosamente como “Ramón el gitano”, también goza del respeto y del cariño de su comunidad. Prueba de ello es que nada más conocerse la fatal noticia fueron decenas las muestras de cariño recibidas por la familia del joven, que a toda costa buscan justicia.

El vehículo que conducía el delincuente

El conductor ovetense, a pesar de llevarse por delante al joven (el coche quedó con daños importantes en la parte delante), no detuvo su marcha y continuó huyendo de la Policía Local y de la Guardia Civil. Siguió con su coche hasta Posada de Llanera, desviándose hacia la zona del instituto y deteniendo el coche a la altura del número 31 de la calle Carrión. Según los testigos, este hombre trató de esconderse en la parte trasera del coche mientras que su acompañante permanecía también en el interior del coche. Los agentes de la Policía Local fueron los encargados de engrilletar a este hombre, que fue trasladado rápidamente a dependencias del cuartel de Posada de Llanera, y luego a dependencias de la Guardia Civil de Avilés (para evitar posibles altercados con la familia de su víctima). Poco después, fue derivado a la Comandancia de Oviedo, donde está previsto que se le tome declaración por los investigadores antes de que sea puesto a disposición judicial hoy o mañana miércoles.

Los hechos apuntan a un delito de homicidio por imprudencia grave. Más allá de estos cargos, por los que tendrá que responder, el conductor cuenta con antecedentes penales, y de hecho tenía una orden de ingreso en prisión por un delito de lesiones. Todo hace indicar que una vez declare ante el Juzgado de guardia acabe en el Centro Penitenciario de Asturias. La mujer que le acompañaba, por su parte, no fue detenida, según confirmaron fuentes de la Benemérita.

Las labores en la zona del atropello mortal continuaron mientras se tramitaban las diligencias por el arresto. Varios agentes de Tráfico controlaron la circulación en la recta de Coruño, señalizando la zona y tomando las pruebas necesarias para trasladar al Juzgado. Mientras, también daba apoyo a los familiares de la víctima hasta pasadas las dos de la tarde.

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