Mieres / Langreo,

Andrés VELASCO

Pesimismo para el futuro. Con esa sensación salieron ayer los representantes de los trabajadores del Grupo Alonso de la reunión que mantuvieron con el empresario leonés, y en la que rechazaron la propuesta de reducirse el salario un 30 por ciento para tratar de salvar las compañías mineras. En el transcurso del encuentro, los mineros llegaron a ofrecer una rebaja del 5 por ciento en sus salarios, pero el empresario leonés no se movió del porcentaje inicial, el mínimo que considera imprescindible para sacar la empresa adelante.

Según explicaron los representantes sindicales a este diario, en las conversaciones entre los trabajadores y Alonso -que estuvo llevando las negociaciones personalmente- hay dos puntos fundamentales, el salarial y el de las condiciones laborales. En el apartado económico, el magnate leonés insiste en que solamente podrá salvar la empresa del concurso de acreedores si los 1.400 empleados que tiene en plantilla se reducen el sueldo un 30 por ciento. Una cantidad muy lejana de la propuesta inicial de los sindicatos, que aceptaron bajárselo un 5 por ciento, oferta que no fue suficiente para Alonso. En todo caso, los trabajadores quedaron emplazados a redactar una nueva propuesta que trasladarán al Grupo Alonso a finales de semana.

El otro caballo de batalla serán las condiciones laborales y ahí sí que la discrepancia es absoluta. El empresario leonés ha puesto encima de la mesa ciertas premisas como el aumento de jornada en más de una hora o la pérdida de derechos como el tiempo del bocadillo -que pasaría a correr por cuenta del trabajador- que los mineros no están dispuestos a aceptar. «Una cosa es que la situación haya llegado a tal punto que podamos aceptar una pequeña rebaja de sueldos y otra que se nos impongan unas condiciones laborales indignas», lamentaron desde los sindicatos.

En todo caso, las centrales explicaron ayer que la disposición por parte de Victorino Alonso a la hora de negociar ha cambiado, y que hay voluntad por ambas partes a la hora de llegar a un acuerdo. «La situación del grupo es muy complicada, porque él -Alonso- ha dejado de ingresar más de 130 millones de euros en 2012 y, por lo tanto, la situación económica es más complicada que nunca», afirman desde las centrales que, pese a la voluntad de alcanzar un acuerdo, «no somos nada optimistas».