La patronal minera Carbunión, que esta semana se reunió con los responsables del Ministerio de Industria, afirmó que con las ayudas a la producción que ofrece el Gobierno la minería española del carbón es «inviable». Las compañías, además, salieron al paso de las críticas sindicales que tacharon a los empresarios mineros de «irresponsables» por no haber presentado la planificación de las empresas (producciones, plantillas...) que exigía Industria . Este retraso fue aducido por los rectores del Ministerio para no presentar, como se había comprometido hace un mes el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, su nueva propuesta negociadora del Marco General de la Minería del Carbón 2013-2018.

«Nosotros no somos unos irresponsables, todo lo contrario», aseguró ayer la directora general de Carbunión, Mercedes Martín. Y añadió: «Las empresas no se comprometieron a presentar la planificación de las unidades de producción, como se está diciendo, sino nuestra respuesta al documento presentado por Industria el 23 de julio, que es en lo que hemos trabajado todo el mes de agosto»

La directora general de Carbunión quiso dejar claro que las empresas son «las primeras interesadas en trabajar para despejar el futuro del sector y conseguir un buen acuerdo y un buen plan». Remarcó que, de todas las maneras, ellos ya entregaron «en el mes de junio nuestra planificación y nuestros objetivos de producción y plantillas hasta el 2018». La patronal llevó a cabo esa planificación a partir de los ratios de reducción de ayudas que marca la UE en la decisión del Consejo de diciembre de 2010, pero se encontraron con la sorpresa de que en el documento hecho público por Industria el pasado 23 de julio esta reducción era mucho mayor: un máximo de 25 euros por tonelada este año y desaparición total de las ayudas en el año 2017, uno antes de lo que exige Bruselas. «¿Qué sector vamos a tener si este año las ayudas tienen un tope máximo de 25 euros por tonelada en la minería subterránea y un euro para las explotaciones a cielo abierto? Así no es viable el sector de ninguna de las maneras», aseguró Mercedes Martín.

En la patronal minera, de cualquier manera, se defienden de las acusaciones de irresponsabilidad lanzadas principalmente desde las organizaciones sindicales y se preguntan en voz alta: «¿Qué planificación de producciones y plantillas vamos a llevar a cabo si no sabemos las ayudas que vamos a tener? ¿Las que fija la UE? ¿Las que propuso el Gobierno en julio? ¿Unas nuevas que se negocien ahora? Hasta que no sepamos realmente las ayudas de las que vamos a disponer no se puede planificar nada porque tendremos que planificar según los recursos», sentenció la directora general de Carbunión.

Y es que el panorama, en este sentido, no es nada halagüeño, ya que los empresarios ya fueron advertidos por el Ministerio de Industria en la reunión que mantuvieron a finales del mes de julio de que no habría más dinero para ayudas a las empresas que el fijado en el documento elaborado por Industria ese mes y que fijaba que las mismas serían de 65,44 millones de euros este año; 52,25 en 2014; 37,83 en 2015; 24,79 en 2016 y 9,09 en el año 2017, para desaparecer totalmente en el ejercicio 2018.

Las empresas mineras tienen intención de trasladar a Industria su preocupación por la desaparición el año que viene del real decreto que prima la producción eléctrica con carbón nacional y que obliga a las compañías eléctricas a comprar una cuota de carbón nacional. El Ministerio ha dicho por activa y por pasiva, amparándose en la legislación comunitaria, que dicho decreto será improrrogable a partir del 2015, en contra de la opinión de los sindicatos y las propias empresas que piden que «tengamos la garantía de poder vender el carbón que producimos porque sería absurdo producir carbón y que no nos lo compre nadie. Lo cierto es que estemos muy preocupados con este tema». En este sentido, el Ejecutivo viene repitiendo en las últimas semanas que Red Eléctrica Española está elaborando un mecanismo que, sin coste adicional alguno, garantice un hueco térmico para el carbón nacional en el mix de generación de nuestro país, pero este mecanismo no acaba de concretarse.