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Los abonos anuales cubren el 90% de los 1.200 esquiadores permitidos en Pajares

Más de 1.100 deportistas tienen ya el pase de temporada válido también para Fuentes de Invierno, que sigue cerrada tras el alud de San Isidro

Esquiadores en la zona baja de Pajares el pasado domingo. | A. Velasco

Los deportes de invierno tienen mucho tirón. Prueba de ello es que, pese a todas las dificultades que está acarreando la pandemia de coronavirus, algo más de 1.100 personas han adquirido ya el abono anual para esquiar en las estaciones de Valgrande-Pajares (Lena) y de Fuentes de Invierno (Aller). Al ser el complejo lenense la única instalación abierta ahora mismo –Fuentes de Invierno sigue cerrada por el alud de nieve en la carretera de San Isidro– ese número de abonados es ya casi igual al de aforo diario permitido: 1.200 usuarios, como consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia. Por tanto, solo los abonados de temporada cubren el 90% de la capacidad disponible.

Según ha podido saber este diario, a fecha de ayer se había tramitado la venta de algo más de 1.100 abonos anuales para los complejos asturianos. Desde que se diese luz verde a la temporada de esquí, el pasado día 4 de enero, los deportistas de la región solo han podido acudir a Valgrande-Pajares. El mortal alud que sorprendió a dos trabajadores en el puerto de San Isidro mantiene cerrados los accesos a Fuentes de Invierno, mientras se desarrollan las labores de búsqueda del uno de los dos operarios, que permanece sepultado bajo la nieve.

Teniendo este factor en cuenta, la estación lenense se ha quedado como única opción para los deportistas que, además, con el cierre perimetral de la provincia –y ahora de varios municipios–, no pueden salir ni viajar para esquiar en otras comunidades autónomas. Con un aforo máximo de 1.200 personas al día, Pajares se está viendo desbordada para atender la gran demanda que está teniendo por parte de los esquiadores. Hace una semana se formó un gran revuelo en el complejo invernal, que recibió no solo a más esquiadores de los permitidos, sino también a usuarios llegados de otras provincias. Esto motivó que el domingo hubiese férreos controles en los accesos al complejo invernal, con la Guardia Civil comprobando el origen de los visitantes. Los agentes propusieron a una treintena de personas para sanción por incumplir las restricciones de movilidad derivadas de las crisis sanitaria del coronavirus.

La esperada apertura de Fuentes de Invierno daría cierto aire a Valgrande-Pajares respecto a la presión de usuarios que sufre. También deberían contribuir a ello los cierres perimetrales de municipios de la zona central de Asturias, desde donde llegan buena parte de los esquiadores cada fin de semana. Sin embargo, esto tampoco está tan claro, ya que los deportistas federados –y muchos de los abonados lo están– sí podrían desplazarse a las estaciones a tenor de las excepciones a ese confinamiento municipal.

Menos ventas

Lo que está claro es que la incertidumbre generada esta campaña ha afectado a las ventas de abonos anuales, que son casi un 50 por ciento inferiores a las de temporadas anteriores. Sin ir más lejos, la última campaña “pre-covid”, la 2018-19, se saldó con más de 1.700 abonos anuales tramitados para las dos estaciones invernales asturianas.

Este curso está habiendo varios factores que han provocado ese descenso en la venta de los pases de temporada. Primero fue el retraso en la apertura de la campaña, que el Principado retrasó hasta después del Año Nuevo, un mes más sobre lo previsto inicialmente. También influyó negativamente en las ventas la demora en la publicación de los precios de los abonos, que pese a contar con menos días de temporada, incrementaron su tarifa. Bien es cierto que de forma poco significativa. Además, las restricciones de aforo también han sido un freno para muchos usuarios a la hora de decidirse por el pase anual o por forfaits de varios días.

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