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“No será una incineradora encubierta”, replica Industria ante las críticas de vecinos y Podemos sobre La Pereda

Enrique Fernández asegura que “no hay nada que ocultar, la autorización ambiental tiene un proceso a la vista de todos, con total transparencia”

La central térmica de La Pereda, que pasará a ser una instalación de biomasa.

La central de La Pereda “no será una incineradora encubierta”. Así de directa, concisa y contundente fue la réplica del consejero de Empleo e Industria, Enrique Fernández, a la diputada de Podemos, Nuria Rodríguez, quien se hizo eco en el pleno de la Junta General de la resistencia de los vecinos de Mieres y alrededores a que se queme CSR (combustible sólido recuperado) en la térmica de Hunosa. El titular de Industria ha defendido que la central de La Pereda “es un proyecto tractor para las comarcas mineras y para el desarrollo del sector forestal y la biomasa”.

La parlamentaria de la formación morada ha rebatido que en La Pereda “hay dos vías de trabajo, una es la biomasa y otra la quema de residuos, que está generando cien alegaciones diarias porque los vecinos ya nos han dicho que no van a parar hasta que se paralice” ese proyecto. Nuria Rodríguez exigió al Gobierno autonómico “un estudio epidemiológico sobre los efectos que la incineración de residuos puede generar en los vecinos de la zona”, entre los que citó el impacto en la hormona del crecimiento de los niños de la zona. “¿No han aprendido nada con esta pandemia”, preguntó en voz alta desde su escaño en el hemiciclo.

“Se habrá quedado a gusto”, fue la respuesta inmediata del consejero de Industria, que calificó de “desafortunadas” las palabras de la diputada de Podemos. “No debería generar alarma, diciendo cosas inexactas”, rebatió Enrique Fernández. “No es una incineradora y no hay nada encubierto. Este proyecto está abierto a la exposición pública y a las alegaciones que presente la sociedad civil”, apuntó el consejero que añadió que “el CSR no es basura y usted lo mezcla”, en alusión a los residuos sólidos recuperados que está previsto quemar en la planta de Hunosa.

Enrique Fernández aseguró que “las autorizaciones se ajustarán a la normativa de emisiones industriales” y se concederán “si se cumple la legalidad”. Antes de acabar su respuesta, el consejero volvió a incidir en la trascendencia de la central de La Pereda: “Es una instalación relevante para Hunosa” y “no estamos sobrados de iniciativas que generen empleo industrial”, concluyó.

Precisamente esa hibridación de la caldera de la central de La Pereda, cuyo presupuesto asciende a casi 40 millones de euros, perseguiría, entre otras cosas, elevar el número de puestos de trabajo el equipamiento hasta los dos centenares, más del doble de los 73 operarios que tiene actualmente. La propia empresa reconocía hace unos días que el de la Pereda “es un proyecto de central de biomasa que, opcionalmente, podría utilizar combustible sólido recuperado en un porcentaje reducido, tal y como se recoge en el Plan Estratégico de Residuos del Principado de Asturias”, y que es “capital” para el futuro de la compañía pública.

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