El verano, esa época que se presume, al menos en alguno de sus meses, como de tranquilidad para la mayoría de las personas, no será tan apacible para el Montepío de la Minería. Y es que tras el tremendo golpe asestado por la pandemia a los negocios turísticos de la mutualidad, la temporada estival que acaba de comenzar se antoja esencial para marcar la línea de la recuperación y encauzar de nuevo el barco. Aunque en algunos tramos del verano, la ocupación de los residenciales de Murcia y Almería logra prácticamente el lleno, en otros, como estos primeros días de julio, los últimos de agosto, y el mes de septiembre, todavía están algo más flojos. Por ello, desde la mutualidad están tratando de buscar clientes, y apelan también a sus afiliados para que elijan alguno de sus centros como destino vacacional.
Los responsables de la mutualidad minera explicaron que “hemos detectado un incremento de las reservas en las últimas semanas, sobre todo para nuestros destinos de sol, que ya alcanzan un 85% de la ocupación, especialmente alto en el tramo entre el 15 de julio y el 20 de agosto, con casi un 95%”. Especialmente se da en Los Alcázares, el residencial de Murcia, donde “esta respuesta es casi al 90% de público mutualista, que bien por opción directa bien por hacerse eco de la campaña y llamamiento a las vacaciones solidarias, vuelve a confiar tras el parón de la pandemia”. Precisamente en Murcia se da la circunstancia de que se cumple este verano el trigésimo aniversario de la llegada de la mutualidad asturiana al Mar Menor.
Aunque la mutualidad da importancia a llenar las fechas libres que tienen a comienzos de julio o finales de agosto, la incertidumbre llega en septiembre: “Estamos haciendo un llamamiento, especialmente a aquellos que quieren ayudar o colaborar con el Montepío al mes de septiembre, que sin duda será un mes clave para consolidar el despegue y retomar el pulso, sobre todo para el Balneario de Ledesma, como puente entre el verano y el inicio el 1 de octubre del Programa de Termalismo del Imserso”.
El Balneario de Ledesma fue el negocio más afectado de la mutualidad por la pandemia. No en vano, en las instalaciones salmantinas tuvieron unas pérdidas de más de un millón de euros en 2020, entrando incluso en una situación concursal, de la que acaba de salir. El presidente de la mutualidad, Juan José González Pulgar, anunciaba en la última asamblea la apertura del Balneario el próximo 23 de julio: “El trabajo ha ido dirigido en salvar y concentrar todas las pre-reservas previas a esa fecha, y en un 90%, los clientes han apostado por reubicar sus reservas a partir de esa fecha, y los datos para el primer fin de semana son muy esperanzadores, con una ocupación próxima a las 130 personas con un tiempo de estancia medio de 7 días por familias mutualistas para ese fin de semana inaugural”.
Según explicaron las fuentes de la mutualidad, el Montepío decidió posponer a esa fecha el arranque “con el fin de minimizar los riesgos de una apertura en pérdidas que pudiera suponer mayor dificultar en el plan de reactivación del Balneario de Ledesma, que en pleno apogeo alcanza los 600 clientes alojados y unos 120 empleos directos”. El Montepío se ha marcado un mínimo de 4.900 pernoctaciones para mantener la viabilidad de la actividad con la mitad de la plantilla y por el momento, con las reservas en marcha, ya se han superado las 5.100 pernoctaciones para el mes de agosto
El mes de septiembre, al igual que ocurre con los destinos de sol, será clave y sigue siendo una incógnita. “Especialmente después del fin de semana del Día de Asturias (que también es fiesta local en Salamanca) y que mantiene tradicionalmente unos buenos niveles de ocupación que se esperan hasta el 12 de septiembre”, señalan desde la mutualidad. De ahí en adelante, hasta el 1 de octubre, el Montepío entiende como claves las reservas que puedan atraer. Para el Balneario de Ledesma, el programa termal del Imserso supone el 65% de su clientela, por lo que desde el mes de octubre, las reservas deberían de verse incrementadas en Ledesma de forma exponencial.
Tras un año tremendamente complicado, los próximos meses serán un desafío para la mutualidad minera.
