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“Las mujeres solo valen para follar y fregar”: a juicio un empleado municipal de Langreo por acoso laboral a una compañera

La Fiscalía pide un año de prisión para el hombre, que repetía de forma insistente a la víctima palabras de "desprecio constante"

Cementerio de Sama. FERNANDO RODRIGUEZ

“Las mujeres son unas putas, solo valen para follar y para fregar”. Eso tuvo que escuchar –“casi a diario” y de forma insistente, según expone la Fiscalía– una trabajadora municipal de Langreo por parte de un compañero, tras entrar a formar parte del servicio de cementerios, hace cuatro años. El Ministerio Público pide para el hombre, como presunto autor de un delito contra los derechos fundamentales en concurso con el delito contra la integridad moral, la pena de un año de cárcel, una orden de alejamiento de tres años de duración, multa de 1.620 euros y el pago a la víctima de 3.000 euros en concepto de indemnización por daños morales. El juicio se celebra hoy.

La Fiscalía relata que la trabajadora se incorporó al Ayuntamiento de Langreo el 12 de junio de 2018, a la sección de cementerios municipales. Era la única mujer y ya, desde un principio, su presencia en el departamento no fue muy bien recibida por el resto de los empleados, todos varones, que ya manifestaron en un primer momento que no querían “a una mujer” allí.

Sin embargo, según argumenta la Fiscalía, con el tiempo, la relación fue poco a poco mejorando, excepto con el acusado, que “casi a diario” y cuando la mujer se encontraba presente, repetía insistentemente: “las mujeres son unas putas, solo valen para follar y para fregar”. También decía constantemente que no sabía qué hacía una mujer trabajando allí. Al principio, la trabajadora contestaba al acusado, pero con el tiempo, cansada de que no le hiciera caso, dejó de decirle nada, pese a que intentó hablar con él sobre el asunto en al menos dos ocasiones.

Las situaciones de menosprecio hacia la empleada municipal “continuaron siendo constantes”. También con todas las mujeres en general. En una ocasión, el acusado se cruzó con una compañera del servicio de jardinería, a la cual no conocía de nada y manifestó: “mira a esa, otra puta que quería venir a Cementerios, menuda hija de puta”, indica Fiscalía.

Tras soportar la trabajadora de Cementerios este “desprecio constante” y dado que la situación no mejoraba, el Ayuntamiento de Langreo incoó expediente disciplinario el 3 de diciembre de 2018, puesto que el jefe de los Servicios Operativos en funciones, el 28 de noviembre de ese año, informó de hechos ocurridos entre los meses de octubre y noviembre. Incluso fue preciso separar a personas y cambiar medios y sistema de trabajo del personal por esta circunstancia. Por resolución de la Alcaldía se acordó el traslado provisional del acusado y de varios de los empleados municipales del servicio de Cementerios, “en tanto se investigaban las presuntas irregularidades denunciadas”.

Pese a ello, cuando la empleada municipal se encontraba realizando su trabajo el día 23 de febrero de 2019 en el cementerio de Sama, su compañero sentimental, que la acompañaba en aquellos momentos por el temor que la mujer sentía ante la nueva situación, pudo escuchar cómo una persona se dirigió a otra que se encontraba en el entierro diciéndole: “os acompaño en el sentimiento, dice la hija de puta, esta fue la que denunció (al acusado) y lo sacaron de cementerios, por culpa de esta hija de la gran puta”.

Como consecuencia de los hechos relatados, la trabajadora municipal fue reconocida por un psicólogo que dictaminó “un trastorno ansioso-depresivo, precisando de terapia psicológica y ansiolíticos a partir de agosto de 2019 y con probable remisión en un máximo de 6 meses tras el cese de las conductas laborales estresoras”.

Además, el 14 de marzo de 2019 , cuando la empleada del servicio de Jardinería anteriormente citada se dirigía en compañía de la trabajadora de cementerios por el pasillo de la nave de los vestuarios, se encontraron con otro compañero que estaba inicialmente en cementerios y que, al verlas, dio una patada a la puerta, teniendo que apartarse ambas para evitar que les golpease. Al pasar entre ellas, golpeó fuertemente con su hombro el hombro derecho de la empleada de jardinería, que “previamente se había apartado, sin ocasionarle menoscabo corporal alguno”. Para este segundo acusado, como presunto autor de un delito leve de maltrato de obra, la Fiscalía pide una multa de 360 euros.

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