La crudeza de "los niños de la guerra", hasta el 13 de enero en Aller

Una exposición recorre la historia de los pequeños que dejaron España durante el conflicto civil

Francisco Lago, secretario de la asociación "Niños de la Guerra", explica los motivos de la exposición ante el Alcalde de Aller, Juan Carlos Iglesias, y varios vecinos.

Francisco Lago, secretario de la asociación "Niños de la Guerra", explica los motivos de la exposición ante el Alcalde de Aller, Juan Carlos Iglesias, y varios vecinos. / LNE

Andrés Velasco

Andrés Velasco

Miles de muertos, una dictadura, y centeneres de niños expatriados a causa de la Guerra Civil española. Una historia, la de estos pequeños, que estará expuesta en el centro cultural de Moreda, en Aller, hasta el próximo 13 de enero. La asociación "Niños de la Guerra" ha elegido el concejo allerano para montar una exposición, que consta de una treintena de paneles en los que se explican las razones por los que casi 4.000 niños españoles tuvieron que emigrar a la antigua URSS. Además, también se puede ver la exposición las condiciones de vida de estos niños, que fundamentalmente eran asturianos y vascos.

Explican los organizadores del evento que "se denomina indistintamente 'Niños de Rusia' o 'Niños de la Guerra' al colectivo de evacuados, mayoritariamente niños, que partieron hacia la antigua URSS desde los puertos de Gijón, Bilbao o Valencia, entre otros lugares de origen". Una evacuación un exilio, que se produjo tras llegar a un acuerdo el gobierno de la República Española y el de la URSS destinado a proporcionar refugio a los niños durante el desarrollo de la guerra civil. "La etapa, cuya duración se estimó en un principio de unos meses, se extendió veinte años, pues la repatriación de la mayor parte del colectivo no tuvo lugar hasta 1956-1957", explican los organizadores.

Los niños fueron alojados en "Casas de Niños", unas 16 residencias distribuidas principalmente entre Rusia y Ucrania. Muchas de ellas estaban situadas en fincas residenciales y edificios históricos. "Poco a poco, niños y maestros aprendieron la lengua rusa y se adaptaron a su cultura. El pueblo ruso los protegió y acogió con solidaridad. Maestras y maestros españoles y personal ruso se ocuparon de su educación. Se formaron en ciencias, literatura, arte y música. Crecieron y comenzaron estudios profesionales y universitarios", señalan desde "Niños de la Guerra".

Sin embargo, en 1941 llegaría otro punto de inflexión. La Alemania nazi invadía la URSS, y estos niños volvían a pasar por un escenario bélico, en teniendo que huir de nuevo, no pudiendo regresar a Moscú, su tierra de acogida, hasta terminada la segunda Guerra Mundial. Siguieron su formación y su vida, hasta que en 1956 pudieron volver a España. "Hoy, un colectivo de hijos, nietos, familiares y colaboradores, protege su memoria y la difunde para su conocimiento", apuntan los responsables de la asociación.

La muestra permanecerá abierta hasta el próximo 13 de enero, en el centro cultural de Moreda.

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