El HUCA de los animales atendió en un año a 394 "pacientes": algunos ya ayudan a controlar plagas en la región
En centro de recuperación de la fauna de Redes ingresaron ejemplares de 81 especies, las más habituales dos aves, el ratonero y el alcatraz
Luisma Díaz
El HUCA de los animales, el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre del Principado, ubicado en el parque natural de Redes, tiene ya algo más de un año de vida. Durante el 2022, su primer ejercicio completo, atendió en sus instalaciones un total de 394 animales, procedentes de 376 avisos (incidencias) distintas. Como explican desde la dirección general del Medio Natural y Planificación Rural, desde 2009, año en que comenzaron a atenderse animales salvajes heridos en el anterior centro (estaba en Infiesto, Piloña), el pasado fue el ejercicio "en el que se atendieron a un mayor número de animales".
El centro, que se encuentra en las cercanías de Ladines (Sobrescobio), cumple varias funciones. Por un lado, es hospital de animales, realiza atención veterinaria a fauna silvestre. Además, en él se realizan trabajos de investigación y de divulgación. Su centro de interpretación está abierto a visitantes y recibe a excursiones escolares, niños con los que se realiza trabajo de sensibilización y de difusión de la riqueza natural y medio ambiental de Asturias.
En 2022 fueron 394 los animales que precisaron atención veterinaria especializada, pertenecientes a gran variedad de especies, 81 en total. La gran mayoría de ellas, 64, eran distintos tipos de ave. Las más comunes, el busardo ratonero, popularmente conocido como "pardón" (un ave de presa de tamaño mediano, muy frecuente en Asturias), del que se atendieron 68 ejemplares. También ingresaron 34 individuos de alcatraz atlántico, un ave marina también relativamente frecuente en la costa. El tercer "paciente" más común fue el vencejo (similar a una golondrina), con 27 ejemplares, la gran mayoría, pollos. Dentro de los mamíferos, se atendió a individuos de 12 especies diferentes, siendo los erizos, los distintos tipos de murciélago y los corzos los más habituales. También ingresaron cinco tipos distintos de reptiles.
Las causas de ingreso en el HUCA animal son "muy variadas", pero la principal fue el hallazgo, en zonas peligrosas para las aves, de pollos volantones, es decir, ejemplares jóvenes que se caen del nido y no pueden regresar a él. Por este motivo llegaron 70 animales. Otros 66 entraron con fracturas, y 45 por deshidratación o desnutrición. En el caso de los mamíferos, lo más frecuente fue el ingreso de crías desvalidas (22 en total). A lo largo de todo el año, los animales que van pudiendo recuperarse se van soltando en el medio natural, a poder ser, en las cercanías de donde fueron recogidos.
Esto ocurrió con la gran mayoría de los pollos volantones, que se soltaron en muy diversas ubicaciones, algunos en entornos protegidos como la Carbayera de Tragamón (Gijón), en la que se liberaron cinco autillos (pequeños búhos). Además, tal y como explican desde el Principado, "se han establecido líneas de cooperación con varias entidades para el control de la rata topera". Así, se soltaron varias rapaces nocturnas (lechuza o "coruxa" en asturiano y cárabos) y diurnas (ratonero) en lugares como la cooperativa Campoastur de Nava o el entorno del Museo del Jurásico, en Colunga.
El centro de la fauna también tiene otras colaboraciones que, a priori, pueden resultar más sorprendentes, como por ejemplo la que mantiene con la Autoridad Portuaria de Gijón. En el entorno del Musel se liberaron cinco halcones peregrinos (el animal más veloz del mundo), que colaboran en el control de la población de palomas en las zonas de acopio de cereal del puerto.
También se trabaja con la Universidad de Oviedo, con el marcaje con emisores GPS de un buitre leonado y dos buitres negros que se reintrodujeron en Picos de Europa y el parque de Las Ubiñas, respectivamente. Con este programa se sabe que los dos buitres negros siguen vivos, tienen un "comportamiento normal" para la especie, que viaja grandes distancias, y que llegaron hasta Extremadura y Navarra, zonas con unas colonias más amplias de esta especie. El buitre leonado, por su parte, sigue en Asturias, en el Aramo.
El aumento en la recepción de animales respecto a otros años se achaca, en parte, al "efecto tractor del nuevo centro de recuperación".
La morgue
Otra labor que se desarrolla es la del programa de vigilancia sanitaria de la fauna silvestre. Así, se hicieron necropsias a 60 mamíferos, buena parte de ellos tejones (un animal que puede ser reservorio, servir de huésped a la tuberculosis), pero también a delfines llevados para su estudio a Sobrescobio. En cuanto a las aves, se realizaron 171 necropsias, sobre todo a rapaces y alcatraces.
Todos los datos recogidos en el entro son utilizados en trabajos de investigación. A consecuencia de esta labor se han publicado ya varios artículos científicos.
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