"Un banco de vivienda asequible permitiría a los jóvenes comprar o alquilar en Mieres"

La Agrupación Vecinal de Mieres ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, al menos en lo referente a su labor englobadora del movimiento asociativo. Con más de 60 colectivos integrados en el proyecto, la entidad aspira a tener una mayor presencia y participar en la toma de decisiones. Arsenio Díaz Marentes acaba de ser reelegido para el que será su tercer mandato como presidente de la Agrupación, a la que llegó a finales de 2015. Durante este tiempo, la entidad ha redactado varios proyectos y ha batallado para la rebaja del IBI en la zona rural. Desarrollar un espacio normativo para la participación ciudadana es una aspiración primordial

–¿Qué objetivos se ha marcado para este nuevo mandato?

El movimiento vecinal, que aglutina ya a 61 asociaciones, hace frente común en Mieres

– En primer lugar, una normalización de las relaciones con el gobierno local para desarrollar plenamente la participación ciudadana, dado que es preciso que ambas partes coincidamos en la interpretación del reglamento. Otro objetivo de este nuevo mandato es promover una campaña divulgativa para atenuar los efectos que está causando la brecha digital con la imposición de la digitalización de los servicios por parte de las entidades y organismos que la están aplicando. La realidad es que, principalmente por desconocimiento, no puede acceder la mayoría de la población, que como sabemos está cada vez más envejecida.

–En referencia a la adaptación a las nuevas tecnologías, ¿les preocupa el incremento de la ciberdelincuencia?

-Pues sí. Promoveremos y organizaremos jornadas informativas de seguridad ciudadana, orientadas a los vecinos, con información de cómo actuar en los casos de estafa y fraude en internet, seguridad de cobros en entidades bancarias y ocupación de narcopisos.

–¿Qué se necesita para que la gente joven se interese más por el movimiento asociativo?

–El interés de los jóvenes por el movimiento asociativo está condicionado al asentamiento de población, porque en su mayoría están abandonando los pueblos y barrios por falta de viviendas adecuadas a su situación económica, así como la posibilidad de trabajar en la zona. Sería necesario crear las condiciones para que permanezcan en nuestro concejo con la creación de un banco de vivienda que le facilite el alquiler o la compra a precio adecuando, las viviendas podrían proceder del excedente que existe en las barriadas mineras, en cuanto a las condiciones de trabajo serían mediante el desarrollo de los polígonos industriales adaptándolos con naves nido que permitan concentración de pequeñas y medianas empresas.

–¿Hay que asumir que la pérdida de población y el envejecimiento son males crónicos en las Cuencas?

–La pérdida de población es un mal intrínseco que estamos padeciendo. En los últimos diez años hemos perdido 5.155 vecinos como consecuencia de falta de desarrollo de nuestro municipio y el envejecimiento de la población de manera paulatina. Y considero que tenemos un difícil reto para revertirlo.

–¿Percibe que hay interés por potenciar la participación ciudadana?

–El interés en este sentido es, cuando menos, bastante dudoso, si consideramos que no se nos consulta sobre la elaboración de los presupuestos municipales y llevamos varios años demandándolo, así como el desarrollo del reglamento de participación ciudadana.

–¿La decisión del gobierno municipal de privatizar la limpieza y el mantenimiento de zonas verdes ha conllevado mejoras?

–En la agrupación vecinal siempre hemos defendido, por principios, los servicios públicos en relación con la limpieza, mantenimiento de zonas verdes y tratamiento de los residuos. Pero también reivindicamos la calidad de los servicios en favor de nuestros vecinos y en las mejores condiciones posibles.

–¿Está el movimiento vecinal de Mieres más unido que nunca?

–Hemos trabajado mucho con ese objetivo y los frutos son evidentes. En 2015 asumimos la responsabilidad de coser un movimiento vecinal desunido, abatido, que estaba desconectado y sin rumbo. Comenzamos con un nutrido grupo de asociaciones mas las que aportaba la extinguida Federación de Asociaciones de Vecinos. En total, 23. A día de hoy tenemos 61 asociaciones federadas, prácticamente el cien por cien.

–¿Hasta qué punto las barriadas mineras y los pueblos pueden ser ejes para atraer población de fuera de Asturias?

–Mieres puede ofrecer futuro a familias jóvenes por ser una ciudad muy bien equipada, con servicios para 70.000 vecinos. Pero este logro pasaría por revertir la situación demográfica y paralizar la despoblación que estamos viviendo. Las barriadas mineras, por su situación peculiar en cuanto a la calidad de construcción y tipo de valor catastral, junto a la bajada de precios, son cada vez más atractivas para los ciudadanos de otras comunidades autónomas. Es sin duda un recurso atractivo para fijar población estable, sobre todo, de gente joven que busca una primera vivienda.

Las barriadas mineras, por su calidad de construcción y tipo de valor catastral, junto a la bajada de precios, son cada vez más atractivas para los ciudadanos de otras comunidades autónomas.

–¿Siguen defendiendo que la subida del IBI plantea anomalías en Mieres?

–El impuesto del IBI se ha venido incrementando como consecuencia de un inventario de inmuebles mal realizado por la Agencia Territorial del Catastro, en el año 2014. Se realizaran controles e identificaciones que no se correspondían con la realidad, y esto supone que el tipo impositivo varia según la clasificación del inmueble: urbano o rústico. Los inmuebles rústicos en las zonas rurales están mal clasificados y el tipo positivo mal aplicado, por no diferenciar urbano o rústico.

–¿Qué espera de la nueva etapa dentro del gobierno de Mieres con Manuel Ángel Álvarez como alcalde?

–Esperamos que se consolide la participación ciudadana, en la línea que venimos demandando desde hace cuatro años, con el desarrollo del ya citado reglamento de participación ciudadana. Es necesario un convenio de gestión entre el gobierno local y nuestra agrupación que nos permita trabajar en los informes y tareas que venimos realizando de manera asidua y en condiciones precarias por falta de recursos. Y es perceptivo que se nos dé un tratamiento específico como federación.

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