Hallan nuevos restos del hombre descuartizado en La Felguera

La Policía intensifica la búsqueda en el entorno de la vivienda de víctima y presunto autor del crimen

La Policía Científica, esta mañana, en la vivienda de La Felgueraa

La Policía Científica, esta mañana, en la vivienda de La Felgueraa / D. O.

David Orihuela

David Orihuela

El gran despliegue policía de este lunes en el barrio de El Villar, en La Felguera, ha dado resultado. La Policía ha localizado esta tarde nuevos restos de Santos Conrado, el hombre de 71 años, asesinado y descuartizado supuestamente por Javier R., de 58 años de edad, con quien convivía.

La Policía intensificó y amplió la búsqueda, llegando hasta el las cercanías del Barrio Urquijo y de las vías del tren de la línea Gijón-Laviana. Entre el viernes y el sábado habían aparecido las piernas, el torso y la cabeza del cuerpo. Ahora parece que la Policía ha logrado recuperar más las partes en las que Javier R. habría descuartizado el cuerpo de Santos Conrado.

La Policía llevaba desde las once de la mañana peinando la zona con perros y drones. Más de una decena de agentes se repartieron por distintos escenarios alrededor de la vivienda del número 30 de la calle Joaquín Costa, donde supuestamente sucedieron los hechos. La Policía Científica también se empleó a fondo en el interior de la casa durante todo el día.

Al tiempo, el detenido permanece en dependencias policiales a la espera de pasar mañana a disposición del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Langreo.

La Policía ha apurado al máximo las 72 horas de las que dispone antes de entregar al detenido al juez. Para esta vista ante el magistrado del Juzgado número 2 de Langreo los investigadores quieren dejar el caso prácticamente cerrado. En la mañana del domingo acudieron con el arrestado a la vivienda para intentar reconstruir lo ocurrido hace aproximadamente una semana -se piensa que en la madrugada del domingo 24 al lunes 25- cuando, según los indicios encontrados, Javier R., que lidia con problemas con las drogas desde hace muchos años y con dificultades para su movilidad -usa permanentemente muletas-, podría haber matado a Santos Conrado, de 71 años, también involucrado en el mundo de la droga y el "trapicheo", y que para caminar con soltura precisaba la ayuda de una máquina de oxígeno. El proceso para descuartizar el cadáver, por su parte, podría haberse alargado más días -no está claro-, jornadas durante las cuales el detenido podría haber repartido los restos del cuerpo por distintas ubicaciones del barrio.