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Historias de Mieres

El "parque que van hacer" en Mieres

La historia del gran espacio verde proyectado por Teodoro Anasagasti y la construcción del actual Jovellanos

A principios del siglo XX, Mieres se hallaba asentada en medio de un parque natural, un auténtico vergel formado por praderías y bosques, los castaños eran los árboles más comunes, pero también destacaban otras especies arbóreas como abedul, roble, acacia, salguera, fresno, tilos y otros, en algunos casos eran tan frondosos que llegaban prácticamente a las casas de las laderas que circundaban la villa mierense. Sin embargo, eran escasas las zonas verdes dentro del casco urbano, el desarrollo y expansión de la ciudad (debido principalmente al desarrollo industrial), poco a poco se fue adueñando de la principal zona de praderías, huertas y arbolado de aquel antiguo y lejano Mieres, la zona de la que hablamos se denominada "La Vega".

Las autoridades locales, encabezadas por su alcalde, Manuel Llaneza Zapico (regidor en el periodo, 1 de enero de 1918 a 1 de junio de 1921), en el año 1919 ya pensaba en la construcción de un parque municipal y encargaron el proyecto al reconocido arquitecto Teodoro Anasagasti. Este proyecto resultaba demasiado ambicioso para nuestra villa y quedó en nada, entre otras cosas por la falta de recursos para llevarlo a cabo. Se hace necesario decir que Mieres en año 1919 ya tenía 40.000 habitantes (más que hoy en día).

Vamos a dar algunos datos para que se den una idea de la magnitud del proyecto. El parque estaría unido a la población, limitado por las calles Marqués de Campo Sagrado (hoy Manuel Llaneza), Ernesto Guilhou (Numa Guilhou), las vías del Ferrocarril Vasco Asturiano y el ferrocarril de Mina Baltasara, y el río Caudal. Por otra parte, la superficie del parque sería de 115.000 metros cuadrados y estaría dotado de los siguientes elementos: un gran paseo al aire libre para carruajes y ciudadanos, un paso especial para carruajes, un paseo cubierto, jardines y masa de arbolado, caminos de enlace entre todos los elementos, vías de acceso y un estadio para deportes, juegos físicos y espectáculos al aire libre (musicales, cinematográficos, etc...). También se preveía una zona de recreo infantil con teatro guiñol, un edificio restaurante y una cascada con estanque, mirador, kiosco, emplazamiento para monumentos, fuentes, motivos ornamentales, etc.

El paseo central mediría 400 metros de longitud por 42 metros de anchura, con una plaza circular central de 50 metros de radio. El paseo de carruajes tendría una longitud de 1.200 metros y una anchura de 15 metros (de los cuales 7,50 metros serian de firme y el resto andenes), pudiendo cruzarse cuatro carruajes marchando cada dos en direcciones opuestas. Paseo cubierto de 80 metros de longitud por 7,50 metros de anchura. El estadio ocuparía una extensión de 140 metros de longitud por 75 metros de anchura, esto haría un total de 10.500 metros con amplias tribunas para presenciar juegos y espectáculos. Debido a las grandes dimensiones del estadio, este se prestaba idóneo para grandes conciertos de música y otros festejos regionales.

El edificio restaurante estaría emplazado frente a la estación del ferrocarril Vasco Asturiano con el fin de que fuera aprovechado por los ciudadanos de Mieres y los viajeros que arribaran a la ciudad.

El importe total del ambicioso proyecto (incluidas las expropiaciones de fincas a razón de cuatro pesetas -0,02 euros- el metro cuadrado), ascendía a 2.326.582,97 pesetas (13.983,62 euros) y estaba firmado por Anasagasti en Madrid en julio de 1919. Como se podrán ustedes imaginar, el Consistorio al saber la importante suma de dinero a desembolsar para su construcción y dado que el presupuesto municipal de aquel año era de 840.739,50 pesetas (5.052.94 euros), el proyecto del parque mierense se quedó solo en proyecto.

El escritor y profesor mierense Benjamín Álvarez "Benxa" escribiría años más tarde sobre el proyecto de Teodoro Anasagasti: "El parque proyectado para Mieres venía a tener una superficie nueve veces mayor que el actual, ocuparía gran parte del llano y resultaría, en vez de un pueblo con parque, un parque con un pueblo en el extremo".

El proyecto y construcción del actual Parque Jovellanos fue obra del arquitecto municipal Luis Cuesta, llevándose a cabo en diferentes fases. La primera del año 1950, comprendía el tramo desde la hoy calle Manuel Llaneza hasta las escalinatas de la plazoleta de la concha de audiciones (La Pista), con arreglo a un proyecto primitivo distinto, a base de macizos de jardinería cuadrados, con pasillos perpendiculares a un paseo central.

Posteriormente, en el año 1954, se acometió la obra en su segunda fase, en la que se realizó el estanque, espejo de agua y pasillos. En 1955, se redactó un proyecto de reforma general que comprendía la totalidad del parque y quedaba de la siguiente manera: un edificio de la concha de audiciones, pérgolas, rosaleda de entrada general, así como una nueva distribución de la forma de los pasillos, pavimentación, escalinatas de unión entre ambos tramos, alumbrado y otros elementos.

Nuevas reformas

Estas obras de reforma comenzaron en 1958 y finalizaron en 1960. La alameda que existía alrededor del parque fue plantada en el año 1954.

En nuestro municipio se emplea mucho el término "que van a hacer" y es que en la época de 1920 y años posteriores se habló muchísimo del proyecto de arquitecto Teodoro Anasagasti, como no se hizo, la expresión "que van hacer" llegó hasta nuestros días cuando se duda de alguna realización. Era tan popular que hasta se le compuso una canción, muy cantada (incluso hoy en día) que dice así: "Hermosa villa de Mieres, que guapina vas a ser, con el cauce del río, y el parque que van hacer".

A buen seguro que todos ustedes la conocen, incluso la mayoría la habrán cantado.

Hasta aquí la pequeña historia del "parque que van hacer" y que se hizo en los años de mayor crecimiento de nuestra ciudad. Con el paso de los años, el deterioro del parque venía siendo muy notorio y llevo al Consistorio mierense a realizar una completa remodelación del mismo (con muchas voces en contra). Mieres estrenaba nuevo parque en las fiestas patronales de San Juan, en el año 1985, en esa reforma se cambió la mayor parte de las especies vegetales.

Posteriormente, en enero de 1995, se plantó nuevo arbolado en torno a la concha de audiciones, así como una instalación de recreo infantil dentro del paseo central.

Siguieron las reformas y en el año 2000 se reformaron los aseos (junto a la concha), en el 2003 se remodeló el sector sur completo. En el año 2005, se llevó a cabo la pavimentación de la zona central y se reforma el sector norte completo. Aquí queda recogido, "que gran historia para un parque tan pequeño".

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