No logro entender a aquellas personas que escriben arremetiendo contra los demás, sobre todo cuando han fallecido, con anonimato e impunidad. Y, encima, escriben cuando la persona ya no está y, además, no firman el artículo en las redes sociales, porque su vergüenza la ocultan por miedo a que la familia del fallecido arremeta sobre el anónimo oculto en los tribunales de justicia.
Esto viene ocurriendo con demasiada frecuencia, porque estos escribanos tienen gran facilidad para arremeter contra las personas que, de una forma u otra, han tenido repercusión en nuestra sociedad, bien como cantantes, modelos o han sido representativos en anuncios destacados.
Libertad
Falleció recientemente Bimba Bosé, después de pasar por todo un calvario de enfermedad que asumió durante unos cuatro años. Bueno, pues esos cochinos escritores anónimos no les ha faltado un minuto de ociosidad para arremeter contra la familia Bosé y más concretamente contra la persona de la fallecida Bimba.
Libertad sí, pero no para escribir guarradas. Si no estamos de acuerdo sobre el proceder de las personas, al menos callemos las cosas, silenciémoslas, pero dejemos en paz a aquellos que han pasado a mejor vida.
