El triunfo electoral de la candidatura Teruel Existe ha impulsado la creación de diversas plataformas ciudadanas (más de 150 en toda España) contra la despoblación y la demanda de servicios esenciales. Asimismo tratan de consolidar un frente común para presentarse a las próximas elecciones generales con la divisa “otra política es posible”. De esas numerosas plataformas citamos algunas con nombres muy significativos: Burgos Enraiza, León Ruge, Soria ¡Ya!, Levanta Jaén, Cuenca Ahora, Milana Bonita (Extremadura), SOS Talavera, Jaén Merece Más o Cáceres Se Mueve.

Aunque a todas estas asociaciones les vincula el sentimiento de agravio de provincias, comarcas, pueblos y municipios históricamente abandonados, representantes del heterogéneo grupo que constituye la Asamblea de la España Vaciada se niega a ser una especie de club de víctimas. Por eso han decidido que tienen que estar donde se toman las decisiones antes de que su precaria situación sea irreversible. Su objetivo es conseguir un equilibrio territorial, un nuevo modelo de país, que va más allá de un simple movimiento local. Se estima que esa candidatura unitaria podría obtener hasta quince escaños, convirtiéndose así en una importante fuerza parlamentaria.

Por otra parte, en alguna de esas plataformas ciudadanas independientes se pueden observar semejanzas con las azarosas reclamaciones que se vienen haciendo en las cuencas mineras asturianas. Es el caso de Forzados de Almadén (Ciudad Real) en cuyas minas de cinabrio, mineral del que se extrae el mercurio, se llegaron a emplear a unos cuatro mil trabajadores. Las minas se cerraron por la alta toxicidad del mercurio, según un dictamen de la Unión Europea: algo parecido a la recurrente descarbonización.

El Estado prometió reindustrializar la comarca, pero los impulsores de Forzados de Almadén denuncian que “los políticos no han hecho nada, solo invierten en los sitios donde se juegan el sillón”. Y a pesar de que la población se ha reducido más de la mitad en los últimos años, la plataforma no pierde la esperanza: “Del pozo se sale”.

Pues bien, buscando paralelismos con estos movimientos ciudadanos, hace algo más de medio siglo, en 1966, se constituyó en Langreo una asociación pionera denominada Centro de Iniciativas Económico-Sociales y Turísticas del Valle del Nalón, que organizó asambleas, concentraciones, protestas y promovió estudios sobre la incierta situación socioeconómica de la comarca.

Tres años después, bajo el lema “Sigamos en pie”, se celebró una asamblea en el cine Rozada de Sama en la que participaron más de dos mil personas, entre las que estaban dentro del cine y las que apoyaban el acto en la calle. En esa reunión cívica se protestó firmemente contra el anuncio de desmantelamiento de las factorías siderúrgicas de Mieres y Langreo.

En 1972, y con el fin de llevar a las instituciones nacionales los problemas industriales de los valles mineros, el Centro de Iniciativas apoyó a Lorenzo Velasco en las elecciones de Procuradores a Cortes por Asturias. Fue una batalla política desigual por falta de medios y apoyos respecto a otros candidatos considerados “oficiales”. Sin embargo, Langreo fue el municipio asturiano menos abstencionista en aquellos restrictivos comicios franquistas.

En el parque Dorado de Sama tuvo lugar la primera gran concentración de la democracia contra el desmantelamiento industrial: las minas aún se mantenían. Asistieron representantes de todos los grupos políticos, de los sindicatos y de diferentes asociaciones ciudadanas: el clamor en defensa de las comarcas mineras desbordaba entonces las ideologías y las preferencias partidistas.

Pasaron más de cuarenta años de aquella magna concentración. Se sucedieron después promesas, luchas y reivindicaciones diversas con limitados éxitos. Por tanto, en las circunstancias actuales, lo mejor que se puede decir de las Cuencas es que “todavía siguen en pie”. Y esperando tiempos mejores.