Avilés, Marta BERNARDO

Después de tres días de intensa competición en el Campeonato de Europa de piragüismo, el embalse de Trasona ha vuelto a una relativa calma, ya que ahora tocan los trabajos para desmontar las instalaciones móviles como son las gradas o las carpas de las selecciones. El entorno del pantano cambiará con relación a este fin de semana, pero serán muchas las reformas que ha tenido en estos últimos meses para preparar el Europeo y que se mantendrán en el tiempo, como la torre de control, la reforma de la residencia de deportistas o los cambios en el campo de regatas, con salida automatizada incluida.

Un legado que ahora podrán disfrutar los piragüistas de Asturias y que han hecho del embalse uno de los mejores lugares para la práctica de este deporte «en Europa y probablemente en el mundo», como afirmaba el presidente de la Asociación Europea de Piragüismo (máximo organismo continental de este deporte), Albert Woods, tras la clausura de la competición anteayer.

El director general de Deportes, Misael Fernández Porrón, quiso definir este Europeo como una «competición para la experiencia», ya que era la primera de este nivel que se celebraba en Corvera. Siempre hay algo que corregir, pero la organización del evento ha asentado las bases para que el Europeo sea la primera de muchas competiciones internacionales que hagan honor a la calidad de las instalaciones.