Pichi Lucas deja en el Oviedo una sensación agridulce. Erigido como el gran responsable de la remontada azul en la temporada pasada, el berciano no ha encontrado apenas motivos para sumar alegrías este año. Lucas se va con unos números notables, pero con la sensación de haber fallado en los momentos cruciales.

Pichi Lucas completó un total de 46 encuentros con el Oviedo en trece meses, 42 en Liga, dos de las eliminatorias de ascenso y otros dos en la Copa del Rey. El balance es positivo. El berciano ha salido vencedor en 21 partidos, con doce empates y trece derrotas.

El mejor nivel del equipo lo consiguió la pasada temporada. Con el equipo pasando serios aprietos tras la destitución de Raúl, Pichi Lucas cogió las riendas del club azul ante el Tenerife B. Su estreno significó una sufrida victoria que debía servir como punto de inflexión. Sin embargo, la reacción no fue inmediata. Los siguientes partidos mostraron que al equipo aún le quedaban muchos conceptos que integrar, pero en la segunda vuelta consiguió engancharse a los puesto de privilegio, alcanzando el segundo puesto final en la clasificación, sólo superado por el Arcorcón.

La promoción de ascenso y las dos derrotas inapelables ante el Pontevedra dejaron la sensación de que al quipo le había faltado algo más que suerte para lograr el ascenso.

Los números de esta campaña indican un claro retroceso en el índice de éxitos de Pichi Lucas. Tres victorias en doce encuentros son un balance muy pobre para un equipo cuya única aspiración es lograr el ascenso. Tras la derrota ante el Lemona, los azules cayeron a la zona de descenso de la clasificación y están ya a nueve puntos de la zona de promoción de ascenso.