Además, los azules anularon a los manchegos sin recurrir a las faltas, tres en la primera mitad.

Y cuando ya se estaba jugando el tiempo de prolongación, el Oviedo recogió el justo premio a su mejor hacer y mayor ambición. Martins tocó el balón de tacón a Nano y el centro de éste fue rematado por Pelayo, en el segundo palo, al fondo de la red. Un gol de los llamados psicológicos, pero a la vez merecido para el equipo que más argumentos había puesto en el terreno de juego. El remate de Pelayo era el sexto entre los tres palos de la portería del Albacete, por uno de los manchegos.

La segunda mitad se inició con la misma tónica. La ventaja del marcador dio más confianza a los locales, que siguieron mostrando una gran intensidad defensiva sin balón y dejaban claro la potencia de su pegada a la más mínima ocasión.

Los oviedistas gozaron de una doble oportunidad para aumentar su ventaja en el minuto 58, primero con un disparo de Álvaro que rechazó Miguel en una gran intervención y el posterior lanzamiento de Abasolo, que se fue alto, cuando lo más fácil era meterlo entre los tres palos.

El Albacete, por su parte, no varió su guión. A los manchegos les seguía costando en exceso dar salida al balón y profundizar ante un Oviedo que seguía ofreciendo un gran rendimiento cuando no tenía la posesión del balón. Con esos argumentos, los dos equipos afrontaron el tramo final del encuentro. Y fue de nuevo el Oviedo el que pudo marcar, en el minuto 71, en una falta sacada por Jorge Rodríguez que Pelayo cabeceó desviado.

El Albacete se lo jugó ya todo a una carta en busca del empate y el Oviedo empezó a pasar por los primeros apuros del partido. Molina tuvo la ocasión más clara de los visitantes en el minuto 82, en un disparo desde fuera del área que rechazó Lledó.

El Oviedo pedía oxígeno y Pacheta retiró a Manu Busto, dando entrada a Falcón. Quedaban seis minutos y los azules lo fiaron todo a aguantar su ventaja y más cuando Negredo entró en el segundo minuto de la prolongación por Martins.

Al final, el Oviedo logró su objetivo, la victoria ante un rival directo y regresar de nuevo a la zona de promoción a la espera de los últimos siete partidos de la Liga regular.