Se va con un "gracias" en la boca, para todo el mundo, y la intención de regresar a Gijón con el equipo en Primera. Roberto Canella se despidió ayer de la afición del Sporting, días después de concretarse su cesión al Deportivo de La Coruña, donde militará, a préstamo, la próxima temporada. "No soy de emocionarme", advierte el de Pola de Laviana, que en todo momento destaca su intención de volver a Gijón el próximo verano, ya que tiene contrato hasta 2017. "Confío en que esto no sea un adiós, sino un hasta luego", subraya.

"Sí que pensé cuando acabó la temporada que pasaría esto", reconoce Roberto Canella, que veía cómo la continuidad del Sporting en Segunda cerraba la posibilidad de continuar en casa. "Daba prácticamente por hecho que saldría y quería arreglarlo pronto. Cuando no subes, el dinero mengua. Salió la posibilidad del Deportivo. Es una buena opción, para las dos partes", amplía. El de Pola de Laviana se mantiene al margen del desencuentro entre el conjunto gallego y Fernando Vázquez. El técnico, uno de los artífices de su llegada, acabó destituido por criticar la política de fichajes. "A mí me llamó el director deportivo del Dépor y también me dijo que había interés del entrenador. No creo que esto me afecte ahora", sostiene Canella.

Su nuevo entrenador será finalmente Víctor Fernández, al que Canella conocerá el lunes, fecha en la que tiene fijada su incorporación a las filas deportivistas. "Voy a defender la camiseta del Deportivo como lo hice con la del Sporting", afirma. "Voy con la ilusión de ganarme el puesto. Hay muchos buenos jugadores allí, pero pelearé como lo hice todo este tiempo con José Ángel o Álex Méndez", amplía. En todo caso, admite que la sensación de enfundarse una camiseta distinta a la rojiblanca, tras quince años en el club y ocho en el primer equipo, será "rara. Voy con mucha ilusión a La Coruña, porque jugaré en Primera, que es lo que todo futbolista quiere. Sin embargo, siento pena por dejar todo lo que tengo aquí.

Canella rompe una lanza a favor de los compañeros que deja en Gijón. "Pongo la mano en el fuego por ellos. Harán una buena temporada", señala preguntado por la posibilidad de volver a disputar el ascenso con un proyecto mermado económicamente. "Lo que le pido a la gente es que sigan apoyando al equipo, que se hagan abonados. El año que logramos el último ascenso, nadie daba un duro por nosotros, y lo logramos. Y fue gracias a su apoyo. Lo notamos dentro del campo. Además, en nada me tendréis aquí para volver a dar guerra", concluye Roberto Canella.