Berto Faya y Alejandro Nuño, dos productos de la cantera de Villa de Noreña ahora enrolados en las peñas de Sotrondio y El Piles, disputan esta tarde, a partir de las 19.30 horas, la final del torneo de Bolos en la Calle de Villaviciosa. Ambos sorprendieron ayer en las semifinales disputadas en la bolera portátil de la plaza del Güevu a los dos principales favoritos al triunfo final, Sergio Hevia (Magdalena) y Javier Pruneda (Villa de la Sidra-Titi), con un juego que deleitó a los numerosos aficionados presentes.

El primero de los duelos fue más rápido de lo esperado. El zurdo Berto Faya jugó su mejor partida de la temporada para no dar opción a un Sergio Hevia desacertado. El 14 a 4 definitivo habla por sí solo de la diferencia vista sobre el castro provisional de la capital maliayesa. "Me salió todo", declaró el roscador piloñés tras su prestigiosa victoria.

Mucho más espectacular y emocionante fue el cara a cara entre Nuño y Pruneda. Alejandro parecía tener la victoria ya garantizada al colocarse con un marcador favorable de 13 a 9. Sin embargo, el naveto demostró de nuevo ser un batallador incansable y con jugadas extraordinarias como borrar un juego de 57 bolos para la mano logró igualar la contienda a 13 juegos. En el chico definitivo, Javier arrancó con 22 bolos en dos bolas para el pulgar, pero al final sólo pudo enviar a ganar 38.

Al final Alejandro neutralizó de la mejor manera posible una remontada que parecía cantada. Cuando le quedaban nueve bolos para una bola logró doce, levantando los aplausos de los asistentes, entusiasmados por el gran espectáculo bolístico que acaban de presenciar.

La final de esta tarde se presenta muy abierta. Si bien Berto tiene 31 años y Alejandro 29, se trata de dos jugadores de la misma generación de alumnos del campeón Bernardo Menéndez que tras ganar vario títulos de liga en la Villa Condal decidieron partir a formar parte de otras peñas de la región como primeros espadas. Ambos son habituales de las fases finales de los torneos, si bien su palmarés de títulos es bastante inferior a lo que cabe esperar por su potencial. Los ingredientes apuntan a un duelo de primer nivel.