Queda casi un mes para que regrese el derbi asturiano, el choque que pone a los dos máximos representantes frente a frente en 90 minutos que pueden marcar una tendencia en la temporada. Son más que tres puntos. Ayer representantes de ambos clubes se encontraron en el acto de entrega de los trofeos a los mejores del fútbol asturiano de LA NUEVA ESPAÑA. En los corrillos, la palabra derbi fue una de las más repetidas.

Por parte del Oviedo, acudieron a la sede del periódico Joaquín del Olmo, asesor del máximo accionista y los consejeros Manolo Paredes y Fernando Corral, además de los premiados Berjón, Rozada y Ernesto. Por el Sporting, estuvieron en el acto Javier Martínez, vicepresidente; Fernando Losada, consejero; y Manolo Sánchez Murias, director de las categorías inferiores del Sporting; además de los jugadores Mariño, Nacho Méndez y Bertín, del filial.

Aún quedan tres citas antes del derbi, pero ya se espera con ganas. Ayer, La Liga hizo oficial la fecha: el sábado 17 de noviembre a las 20.45 horas. "Es el horario ideal, ya era hora de que nos tocará uno así. Para el aficionado es una hora muy bonita, tienen tiempo a comer tranquilamente, no como últimamente. Seguro que con ese horario estamos más arropados", comentó Berjón. Mariño coincidió con su colega: "El horario me gusta, es perfecto para que todo el mundo pueda ir al estadio".

Los aficionados ya miran de reojo a la tabla para ver en qué momento llegan los dos rivales. La victoria del Oviedo ante Osasuna sirve para revitalizar las opciones al play-off. "En un derbi no importa cómo llegues, cuál es tu racha. Al ver el horario no paré ni un momento a pensar en el Sporting. Hay que centrarse en Tarragona y en seguir sumando de tres en tres", defendió Berjón, que alabó la capacidad del equipo para rectificar su rumbo en el choque del pasado sábado. "El sistema es cosa de Anquela, pero tenemos variedad de dibujos. El entrenador sabe dar con la tecla, lo demostró con el cambio que hizo ante Osasuna", proclamó.

Para el Sporting, la última jornada sirvió para mantenerse en una situación similar. Con 13 puntos, en la décima posición, la plantilla rojiblanca saca conclusiones positivas del punto sumado en el Carranza "Somos optimistas. En Cádiz dimos un pequeño paso adelante, sumamos fuera de casa que nos estaba costando. Y generamos dos o tres ocasiones en la que pudimos hacer gol, que también nos estaba costando", analizó Mariño.

El juicio sobre el punto sumado queda pendiente de lo que suceda ante el Córdoba este viernes en El Molinón: "El empate se hará bueno si ganamos al Córdoba". Mariño aprovechó la ocasión para defender el trabajo de su entrenador: "Estamos a muerte con Baraja, creemos en su mensaje, en la forma en la que cree que debemos lograr los resultados adecuados. Hemos dado un paso adelante, pero tenemos que seguir trabajando", expresó el meta rojiblanco.