La generación irrepetible del hockey femenino sobre patines

Una generación de campeonas. Así podría definirse al Telecable Hockey Club, el equipo gijonés que lo ha ganado todo y que parece no cansarse de ganar.

El último título que han sumado a sus vitrinas es la Copa Intercontinental el pasado 19 de febrero, la primera vez que se alzan con la victoria en esta competición pero por la imparable racha que llevan, todo apunta a que no será la última.

Con Sara Lolo como capitana, el club que empezó su andadura en 1995 de la mano de la iniciativa de un grupo de exjugadores de La Algodonera-81, siguen asimilando el dulce momento que atraviesan. "Es algo que no podíamos ni imaginar cuando empezamos hace 28 años, y es una satisfacción enorme porque refleja el trabajo continuado a lo largo de todos estos años desde todos los estamentos del club, diferentes generaciones de jugadoras y jugadores que han ido pasando y han creado la impronta competitiva de este equipo, unido al talento de jugadoras irrepetibles", destaca Fernando Sierra, director deportivo del equipo.

Una recompensa en forma de trofeos que refleja el incansable trabajo realizado por voluntarios, familiares, aficionados, juntas directivas y presidentes y está llevando el deporte femenino gijonés a lo más alto. "Llegar tan alto representando a nuestra ciudad en el mundo es lo máximo que se puede tener. Sobre todo, cuando llega el reconocimiento de toda la ciudad, habiendo salido de unas escuelas municipales, y con un 80%€ de la plantilla asturiana", indica Sierra.

La pregunta sobre el secreto de esta laureada trayectoria es obligada, aunque ni el propio club es capaz de explicar dónde reside la clave de tanto triunfo. "Estamos en un ciclo ganador nunca visto. Son ya 18 títulos nacionales e internacionales en 18 años, siendo el club con mejor palmarés de Europa y a través de diferentes plantillas estos años. Si buscamos el nexo común a todas esas victorias creemos que hay varias cosas: el talento enorme de las deportistas que hemos disfrutado, su enorme capacidad de trabajo y compromiso, un club volcado en mejorar continuamente las condiciones de entrenamiento que se les ofrecen, y un espíritu competitivo ganador y alegre, especialmente al afrontar finales", añade Sierra.

Pero, como en toda historia de éxito, los momentos complicados también han formado parte del camino. En el caso del Telecable fue el equilibrio presupuestario, con momentos muy complicados en los años de la crisis entre el 2014 y el 2018, que, afortunadamente lograron superar.

Esta era dorada para las jugadoras del Telecable Hockey coincide con el momento que vive el deporte femenino. Un escenario en el que las gijonesas se convierten en un referente para las próximas generaciones de campeonas tanto dentro como fuera de casa. "Cada vez vemos más niños o niñas que quieren parecerse a ellas, y también a personas adultas que nos transmiten que cuando las ven jugar les transporta a aquello que soñaron ser, o a aquellos valores en los que les gusta verse reflejadas. Y esto está pasando incluso fuera de España. Hace una semana en Argentina, muchas personas querían fotografiarse con ellas, y eso le da un valor increíble a lo que hacen y transmiten", recalca el director deportivo.

Con un presente envidiable, el Club Patín Solimar, como se llamaba el equipo en sus inicios, mira al futuro con la misma ilusión del primer día y con una meta clara: seguir haciendo historia.