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Héctor Galán, en exclusiva en LA NUEVA ESPAÑA tras su adiós: "Veremos al Alimerka Oviedo en ACB, sin ninguna duda"

"Voy a echar en falta el día a día, el ambiente de trabajo que hay aquí será difícil de encontrar en otro sitio"

Héctor Galán, ayer en el barrio de Pumarín.

Héctor Galán, ayer en el barrio de Pumarín. / Mario Canteli

Antonio Lorca

Antonio Lorca

Héctor Galán (Avilés, 1973) está de despedida, deja el Alimerka Oviedo Baloncesto después de veinte años, desde su fundación. El director general y deportivo del club ha sido uno de los protagonistas de un camino que ha llevado al OCB de las canchas regionales a ser una entidad respetada en el baloncesto nacional, consolidada en la LEB Oro y que aspira a seguir creciendo, sobre todo en el momento en el que le toque dar el paso al Palacio de los Deportes.

–¿Por qué se va?

–El club cumple veinte años desde su fundación, yo cumplo veinte años aquí y me parece que es un buen momento para cerrar mi etapa aquí.

–Decía que le apetecía ver qué había fuera del Oviedo Baloncesto. ¿Qué le gustaría encontrar ahora?

–Me gustaría seguir en el baloncesto, sigo amando este deporte, sigo sintiendo pasión por él, me gustaría seguir trabajando quizás en otro sitio, en otros lugares, en otras facetas, pero siempre vinculado al mundo del baloncesto.

–¿Le ha costado mucho tomar la decisión?

–Sí porque significaba salir de un club en el que he crecido personal y profesionalmente, renunciar a un sitio en el que has vivido tantas cosas, en el que te sientes como en casa es una decisión difícil y complicada, sin duda.

–¿Qué cree que es lo que más va a echar en falta?

–A la gente del club en el día a día, a ese gente que me acompañó durante todos estos años, después de tanto tiempo pones más en valor la razón personal que la profesional; como dije en mi despedida algo que caracteriza al club son las relaciones personales y el buen ambiente que se respira va a ser difícil de encontrar en otro sitio.

–¿Se ha construido el club, como dijo el presidente, Fernando Villabella, a su manera?

–Bueno, yo creo que el club, como cualquier otra cosa que se va construyendo o creando, se tiene que ir pareciendo a las personas que están dentro y a las personas que trabajan en él. Después de veinte años supongo que he influido, igual que otras muchas personas, como el propio presidente. Todos hemos colaborado a que el club se vea como hoy se ve.

–Al marcharse, de lo que deja, ¿qué es de lo que mas orgulloso se siente?

–Yo creo que es difícil quedarte con una cosa, sería injusto, me quedaría corto en una trayectoria de veinte años. Estoy orgulloso del camino y de lo que hemos sido capaces de hacer, de convertir un club que arrancó siendo pequeño, en categorías autonómicas, con pocos equipos de cantera, a lo que es hoy.

–¿Le da rabia haber tenido siempre que trabajar con recursos tan escasos?

–Sí, claro, porque nos queda la duda de dónde hubiésemos podido llegar con otro presupuesto, sobre todo en el momento en el que la liga fue dando pasos hacía arriba, cuando no pudimos seguir el crecimiento económico de nuestros rivales por la incorporación de proyectos tan potentes. Siempre me quedará esa duda.

–Eso ha provocado también que se le elogie.

–Sí, porque hemos hecho un buen trabajo con los recursos que teníamos y hemos podido competir con presupuestos mucho mayores, pero no es ningún consuelo, nos hubiese gustado jugar de igual a igual con otros rivales y tener un poco mas cerca esos primeros presupuestos y ver qué hubiera pasado.

–¿Por qué es tan complicado para el club dar ese salto presupuestario?

–No lo sé. Si tuviese la respuesta quizás lo hubiésemos hecho. Será un conjunto de cosas, no solo una, pero me niego a pensar que esto no da para más; es verdad que en los últimos años nos está costando no solo aumentar sino igualar el presupuesto anterior. Hemos luchado contra esa barrera y es por lo que el club tiene que pelear, buscar la manera de romper esa barrera y dar definitivamente ese salto.

–¿Será importante el que el club se vaya al Palacio?

–Es vital porque todos queremos con locura a Pumarín, pero nos está limitando en masa social y en generación de recursos en el día del partido. El Palacio debe darnos la oportunidad de igualarnos a otros proyectos y clubes que hay en la liga y con los que estamos compitiendo en desigualdad de en ese aspecto, con esto no digo que vaya a ser un camino de rosas desembarcar en el Palacio porque creo que es a día de hoy e mayor reto que tiene el club a medio plazo, el gestionar ese traslado de una instalación como Pumarin a un Palacio de los Deportes.

–¿Se atreve a elegir una de las plantillas que ha formado como de la que está más satisfecho?

–No. Es meterme en un charco. Y no tampoco porque todas han tenido sus virtudes y sus carencias. Ha habido años en los que competíamos a un nivel y por unos objetivos y otros en los que han sido distintos. En general, todas nos han dado muchas satisfacciones, más que disgustos.

–¿Y el año más difícil para hacer la plantilla?

–No sé si es porque es reciente, pero desde luego la 22-23. Por todo, desde el inicio de la temporada, con mucho cambio, muchas incorporaciones y no conseguíamos que el equipo compitiese como tal. Arrastramos un montón de dificultades que se consiguieron encauzar, pero el camino fue muy complicado.

–Fernando García será el nuevo director general. ¿Nos lo presenta?

–Dejo a un amigo como director general, lo que hace que sea fácil. Fernando García, "Ferdi", lo va hacer muy bien, tiene un altísimo grado de conocimiento y de compromiso con el club. Ha pasado por todos los puestos posibles que hay en un club de baloncesto, eso le da el respeto de sus compañeros para desempeñar el cargo. No tengo dudas de que va a hacer una labor fantástica en el club.

–¿Conoce al nuevo director deportivo, Íñigo de la Villa?

–Tuvimos contacto cuando estaba en Estudiantes, luego coincidimos en algún partido. Cuando se ha ido viendo la posibilidad de que viniera, sí que he tenido la oportunidad de charla con él y me ha causado muy buena impresión personal y profesional.

–En su despedida hizo un llamamiento a que se apoyara más a este club.

–Sí, Lógicamente no soy objetivo al valorar el trabajo del club, es normal que pida apoyo. Lo que quise poner en valor es que se llevan muchos años haciendo las cosas bien y tengo la sensación de que más allá del círculo más cercano no se conoce ese trabajo y eso es injusto y peligroso. Puede que sea responsabilidad nuestra, que sea un defecto, pero es peligroso porque estamos en un momento delicado deportivamente. Estas temporadas el éxito ha sido conseguir la permanencia y esa inercia nos puede llevar de estar en el alambre cada temporada y eso es peligroso.

–Señaló a empresas e instituciones.

–Lancé un guante que espero que recojan empresas e instituciones en relación a la necesidad de apoyo que tiene el OCB. Creo que es un club que hace un trabajo muy completo en el mundo del baloncesto. No solo es el equipo profesional, hay u n trabajo de cantera de más de 500 niños y es algo que hay que cuidar y valorar para que se pueda seguir haciendo esa labor.

–¿Confía en que verá a este equipo alguna vez en la ACB?

–Sí. Sin duda.

–Por último, hábleme de Fernando Villabella.

–Otro amigo después de tantos años de relación personal y profesional. Si hay un nombre propio para hablar del Oviedo Baloncesto es Fernando. Él dibujó el club que quería hacer, peleó por ello y sin su constancia, dedicación, implicación y su trabajo a pie de pista durante tantos años sería imposible tener el club que tenemos.

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