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Míster derbi busca el póker: Ziganda quiere ampliar su leyenda

El Cuco es el único entrenador que ha ganado tres duelos de rivalidad regional seguidos en Liga

Míster derbi busca el póker Real Oviedo

En el último derbi, Diegui Johannesson, el héroe inesperado, confesó un detalle tras el triunfo azul (0-1 con gol suyo): le había dicho a Ziganda antes del partido que marcaría y el entrenador le había contestado que los sueños, a veces, se hacen realidad. Más poderoso fue la predicción del Cuco en su primer derbi en El Molinón. Le dijo a Borja Sánchez y Ortuño, suplentes aquella tarde, que resolverían el choque en la segunda parte. El primero marcó a pase del segundo en el triunfo carbayón. Algo tiene Ziganda con el derbi. Cuando a otros les encoge el escenario y les merma su rendimiento, el entrenador saca brillo a su libreta y gana duelos desde el banquillo.

El navarro es el único entrenador en la historia que ha ganado tres derbis seguidos en Liga. Solo hay un precedente que se aproxima, el de Meana, técnico del Oviedo que entre 1942 y 1945 ganó tres choques de máxima rivalidad seguidos: dos en Copa (1-2 y 4-3 en la 42/43) y uno en Liga (2-1, en la jornada 12.ª de la 44/45). Ahora, el navarro tiene a su alcance agrandar su leyenda en este tipo de choques.

Ziganda, en El Molinón

El entrenador ha sido decisivo en los tres derbis que se ha llevado al bolsillo. En todos ellos ha sabido poner su toque personal. El 22 de junio de 2020, el Oviedo se plantaba en El Molinón con el agua al cuello. De perder, caería en puestos de descenso a muy poco del final. Ziganda sorprendió aquella noche con su propuesta. Ortuño, el goleador, y Borja, el talento, se quedaron en el banquillo. Jimmy, muy poco empleado, se situó en la izquierda. Arriba, Rodri e Ibra. Ziganda planteó un partido a dos tiempos. Desgaste al principio y cambio de ritmo desde el banquillo. Borja marcó y el Oviedo, y el Cuco, salió reforzado.

Para el segundo duelo de rivalidad regional, Ziganda optó por una propuesta más convencional. Volvió a ser suplente Borja, esta vez con un pretexto sólido: había dado positivo por covid y no se había entrenado con el grupo en varios días. El Oviedo fue tan sólido como acostumbra en este tipo de choques. Marcó Tejera de penalti y los azules defendieron su renta.

El triplete llegó con otro toque de inspiración desde la libreta del Cuco. Nieto cayó lesionado y cuando todo apuntaba a que Lucas hiciera de lateral derecho y Mossa ingresara en el carril zurdo, tiró de Johannesson, el elemento inesperado. El gol del islandés justificó la arriesgada decisión del técnico.

Ziganda, Luismi y Bingen Arostegi, en el partido ante el Girona. | Irma Collín X. FERNÁNDEZX. FRNÁNDEZ

Ahora, Ziganda encara un reto mayúsculo: alcanzar una cifra que le haría dejar una huella aún más marcada en la historia del fútbol regional. El navarro afronta la cita con su habitual calma, aunque con algunas piezas por encajar en su libreta. La baja de Cornud es el último de los problemas, tras quedarse hace dos semanas sin Luismi, factor capital en el juego, y después sin Jirka, habitual agitador en las segundas partes.

Mossa en el flanco izquierdo y Obeng en punta con Bastón, y Viti desplazado a la derecha, parece la opción natural para reconstruir un Oviedo competitivo. Pero nadie descarta otro golpe de timón como el que ha llevado a cabo en los tres derbis en los que ha triunfado. Míster derbi tiene la última palabra.

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