Paso corto

Sobre el empate del Oviedo ante el Eldense y la trayectoria del Oviedo esta temporada

Julio Llanos

Julio Llanos

El camino es largo, difícil y repleto de adversidades. No sabemos dónde nos llevará, si los objetivos se alcanzarán o un año más nos quedaremos rozándolo con los dedos. Personalmente estoy disfrutando del recorrido, con mejores y peores momentos, pero con una manera de hacer que me ilusiona y enorgullece.

Se presentó el domingo un equipo rocoso, ordenado y con esa dosis de humildad bien entendida que da un plus al equipo que la entiende. Con un 1-4-4-2, sistema del que posiblemente partan el resto de dibujos tácticos y que cada vez emplean menos equipos. La entrada del Oviedo al partido no fue mala, pero el gol del Eldense hizo daño y el resto del primer acto, aunque con alguna ocasión para empatar, resulto bastante peor. No obstante, a la hora de analizar los partidos hay momentos puntuales que marcan el desarrollo del mismo y resulta evidente que los alicantinos debieron quedarse con uno menos en el minuto 18, lo que claramente hubiese cambiado el desarrollo del juego. Poco después llegaba el gol visitante en una muy buena combinación.

Descanso a remolque y sensaciones extrañas. A grandes males, grandes remedios. No había tiempo que perder. Triple cambio y a por todas, conocedores de la dificultad mayúscula que supone remontar un partido en esta categoría. Por dominio y ocasiones el Oviedo mereció ganar. Hasta 16 córneres sacaron los azules. Pero esto no va de merecimientos y el empate se queda algo corto por las expectativas creadas de, por primera vez en la temporada, entrar en play-off. Paso corto. Una derrota en 18 partidos son números escandalosamente positivos. Ese momento llegará.

Más de 20.000 almas en el Tartiere sin haber pisado en ningún momento los puestos de privilegio y frente a un equipo recién ascendido. Es la mayor prueba de que este equipo, al margen de resultados puntuales, ilusiona, y mucho.

Llega el derbi, ese partido que los de la capital del Principado no pierden desde principios del 2019. Esta temporada, tras dos en las que no fue así, Sporting y Oviedo tienen el mismo objetivo: ambos luchan por estar arriba y volver a la élite del fútbol español.

Los dos equipos, a su manera, están compitiendo bien y por primera vez en años podemos esperar un partido algo más vistoso que los vistos generalmente. El verde dictará sentencia aunque, sea cual sea el resultado, no será definitivo.

Los protagonistas recordarán estos partidos el resto de sus vidas. Que compitan con orgullo, valor y garra. Con todo, ante todo.

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