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La retirada de Abanca deja más expedita la fusión de Liberbank con Unicaja

El amago de opa del grupo gallego puede reforzar los argumentos del banco asturiano y de la entidad andaluza para apurar la negociación del acuerdo

La renuncia de Abanca deja más expedita la fusión del banco de origen asturiano Liberbank y el malagueño Unicaja. El fracaso del intento de opa promovido por el grupo financiero gallego Abanca sobre Liberbank descarta un pretendiente y, aunque podría ejercer un efecto llamada para otros hipotéticos oferentes, es probable que sirva más bien de antídoto y efecto disuasorio.

Abanca intentó la vía amistosa y de diálogo pese a lo cual su propuesta no prosperó. Cualquier otro eventual aspirante (de existir) debería pujar mucho más alto. Y la oferta gallega, que valoraba Liberbank en 1.717 millones, ya era generosa. La capitalización más elevada alcanzada por Liberbank fue en 2015, cuando cotizó en 1.580 millones. El jueves, antes de que trascendiera el interés de Abanca, valía 1.202 millones y, tras hacerse públicas el viernes las pretensiones del banquero Juan Carlos Escotet, el precio se disparó hasta los 1.441 millones, aún por debajo de la oferta.

Para la fundaciones bancarias, y en el caso de optar por canjear sus acciones en Liberbank por las de cualquier otro grupo que quisiera engullir al banco de origen asturiano, la resultante (incluida la opción de Unicaja) entrañaría una dilución superior -en razón del tamaño- que la que suponía unirse a Abanca, por lo que su resistencia a una hipotética compra de Liberbank por cualquier otro grupo debería ser superior.

El proyecto de Unicaja es una vía diferente porque se plantea como un proyecto de fusión de mutuo acuerdo y en una relación no paritaria pero tampoco de supeditación. No es un banco quien compra a otro sino dos que aspiran a unirse. Esto explica por qué Liberbank accedió a dejarse examinar por Unicaja y no por Abanca: el acuerdo con el banco malagueño es recíproco y Unicaja también está siendo auscultado en profundidad por el asturiano.

La operación de Abanca y la consecuente revalorización de Liberbank en Bolsa podrían reforzar la posición negociadora de este banco para lograr una ecuación de canje más favorable que la que se limite a reproducir las diferencias de tamaño (60% para Unicaja y 40% para Liberbank). Pero el mercado bursátil, muy errático y sujeto a vaivenes, no será más que una referencia que no primará sobre los análisis más ponderados de los valores fundamentales de cada banco, sus modelos de negocio y la evolución tendencial y proyección futura de ambos.

El amago de opa podría estimular la disposición al pacto en Liberbank, el más vulnerable de los bancos cotizados por ser el de menor tamaño, para, en caso de ruptura, no verse zarandeado por los rumores de futuras opas si se entiende que Abanca ha podido abrir la veda. Pero esto mismo también puede ser un acicate para Unicaja ante el riesgo constatado de que el grupo asturiano tenga otros pretendientes por sus ventajas competitivas y por ser el más asequible. No obstante, Unicaja puede poner en valor que es una garantía de estabilidad para Liberbank si ambos forman el sexto banco español. Pero Liberbank también puede brindarse casi como la única alternativa factible hoy para que eso sea posible. Y porque cualquier otra alternativa sería más cara para Unicaja.

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