Asturias se mantiene en una posición "media-baja" en competitividad regional (ocupa el décimo puesto entre las diecisiete comunidades autónomas) pese a que es la tercera región con mejor dotación de infraestructuras, según la última edición del informe ICREG, que elabora el Consejo General de Economistas de España. Y, aunque el Principado mantuvo en 2018 un "dinamismo leve" en la mejora de sus indicadores (pasó de un valor de 7,35 puntos a otro de 7,6), el progreso no fue suficiente para mantener la posición que tenía en 2017 (entonces era la octava autonomía más competitiva) y ha perdido dos puestos en el escalafón en beneficio de Galicia y Cantabria. Estas dos regiones rebasaron al Principado en el último ejercicio, aunque, como Asturias, persisten en el nivel "medio-bajo" (ambas tienen sendas notas del 7,7) y en posiciones inferiores al promedio español, que sólo superan Madrid (14,4), Navarra (12,2), País Vasco (12), Cataluña (10,4) y Aragón (9,8).
En conjunto, las comunidades autónomas mejoraron su competitividad el 5,2% en el pasado ejercicio y España ganó tres posiciones en el "ranking" mundial y se situó en el puesto 23.º
Fortalezas y debilidades.
Asturias tiene su principal fortaleza en las infraestructuras, con la tercera mayor dotación del país en relación al tamaño territorial y la población, sólo superada por Madrid y País Vasco. Posee también una posición destacada, aunque menos (la sexta), en eficiencia empresarial, que agrupa parámetros como porcentaje de empresas con más de 250 trabajadores, productividad real, costes laborales unitarios, empresas exportadoras, peso de la industria manufacturera y otros.
También ocupa una posición cualificada (séptimo lugar) por su entorno institucional, que contabiliza el saldo de las administraciones públicas, gasto corriente, desigualdad, esfuerzo y presión fiscal, transparencia, tasa de delitos y deuda per cápita.
En capital humano (nivel formativo y académico, fracaso escolar, esperanza de vida y hogares con ordenador) cae al puesto noveno y retrocede hasta lugar decimocuarto en innovación (densidad de investigadores, empresas con internet, patentes, gasto de las empresas en investigación y desarrollo, viviendas con banda ancha y otros) y lo mismo en entorno económico: PIB total y PIB por habitante, inversión extranjera directa, apertura económica, productividad y tasas de ahorro, de actividad y de ocupación.
Evolución
En el último año Asturias mantuvo estable el equipamiento de infraestructuras, mejoró en capital humano, eficiencia empresarial y entorno institucional, mientras que empeoró levemente en innovación y mostró un "considerable deterioro" en entorno económico.
El mejor comportamiento por indicadores se observó en la región a lo largo de 2018 en el coeficiente de apertura externa, tasa de paro de larga duración, los llamados "ninis" (jóvenes que ni estudian ni trabajan), ocupados que cursan formación, saldo de las administraciones públicas, desigualdad y mujeres empleadoras. El peor comportamiento lo evidenciaron la inversión extranjera directa, la variación del PIB en términos reales (descontada la inflación), los adultos que sigue cursos de formación, el dinamismo empresarial, la variación de los costes laborales unitarios y las viviendas con acceso a banda ancha.
Triángulo
El mapa de la competitividad regional española confirma la existencia de un triángulo puntero y vanguardista que, con un vértice en Madrid, se proyecta hacia el nordeste: Navarra y País Vasco, seguidas por Cataluña y Aragón, aunque País Vasco y Cataluña se han debilitado ligeramente.
