Los trabajadores de la ITV han rechazado de forma masiva la propuesta realizada ayer por la Consejería de Industria para tratar de salir del atasco en el que se encuentran las negociaciones tras dos jornadas de huelga. Pese a que los sindicatos rechazaron la propuesta en el mismo momento en el que se les presentó, las centrales se comprometieron a presentar la oferta a los trabajadores para que la votaran. El resultado de la votación, que se ha conocido hoy, arroja 193 votos en contra y 7 a favor. Los trabajadores insisten en la necesidad de aumentar la plantilla para salir de esta situación.

A la pregunta "¿está de acuerdo con la propuesta de la empresa?" han respondido 200 de los casi 250 trabajadores que hay en la plantilla de la ITV. Según explican representantes de los trabajadores, "no se ha incluido a los directivos de la empresa, a los airectores de las nueve estaciones, al personal en excedencia y a los compañeros con los que no se ha podido contactar principalmente por estar de vacaciones o que hayan preferido no pronunciarse".

Además de dar traslado del resultado a a la Directora General de Industria, Rosana Prada, y a los responsables de Itvasa, los trabajadores han anunciado una nueva convocatoria de huelga que enlaza con la que finaliza el próximo 26 de agosto, y una concentración para el lunes 17 de agosto a las 11 de la mañana, en la Plaza de España, frente a la Consejería de Industria.

La propuesta

La propuestaLa Consejería de Industria desveló ayer cuál había sido la oferta que había realizado a los sindicatos a última hora del jueves en la sede del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec). La propuesta del Principado incluye la apertura en sábado con personal voluntario cuya jornada sería retribuida como horas extraordinarias. El horario que la Consejería propone para los sábados es de siete de la mañana a dos de la tarde. El Gobierno también asegura que pagará las ampliaciones de jornada (dos horas) previstas para reducir la lista de espera de lunes a viernes. Hay 140.000 conductores con fecha reservada para los próximos meses. Desde un primer momento, los sindicatos se han mostrado radicalmente en contra del trabajo en los sábados, pero Industria asegura que es la única forma factible para acabar con la enorme congestión del servicio.

Lo que afirma no poder atender el Ejecutivo es la petición de los sindicatos de aumentar la plantilla de la inspección para tratar de mejorar el servicio y acabar de forma definitiva con los atascos. Las centrales aseguran que serían como mínimo necesarios 30 nuevos mecánicos. Industria alega las limitaciones a la contratación pública debido a "los cambios legislativos que se adoptaron a nivel nacional en 2012", durante la anterior crisis económica.

La Consejería también propone para atajar la lista de espera retomar la llamada atención sin cita previa. Es decir, que los conductores puedan presentarse en la estación donde quieran pasar la inspección sin haber reservado el hueco con anterioridad y esperar a que algunos de los que sí lo hubieran hecho fallaran, que no se presentaran. Este sistema había quedado suspendido por culpa de la pandemia del coronavirus para evitar posibles aglomeraciones en las oficinas de estas estaciones. El Principado también señaló que su voluntad es continuar negociando con el objetivo de llegar cuanto antes a un acuerdo y desatascar el conflicto laboral.

Los 270 trabajadores de la ITV protagonizaron ayer su segunda jornada de huelga con un seguimiento del 100 por ciento, según los sindicatos. "No ha ido nadie a trabajar, salvo el personal asignado a los servicios mínimos", señaló el presidente del comité de empresa, Enrique Martín Rosete. La plantilla organizó piquetes informativos a las puertas de las estaciones para comunicar a los conductores despistados los motivos de los paros. Los servicios mínimos que aprobó recientemente el Principado están evitando males mayores y que el atasco sea aún mucho más monumental. Los sindicatos están preparando una demanda por lo contencioso-administrativo contra estos servicios mínimos porque los consideran excesivos.