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El atasco marítimo chino alcanza a Asturias

Importadores de la región llevan más de un mes esperando por mercancía para la que no tienen fecha de salida del puerto de Shanghai

Contenedores almacenados en el puerto de Yangshan, en Shanghai. | Efe

El atasco marítimo gigantesco en China por el bloqueo del puerto de Shanghai como medida sanitaria a causa de la nueva oleada de contagios del covid está impactando de nuevo en el tráfico mundial de mercancías, como ya había ocurrido el año pasado, y amenaza con una nueva espiral tanto de escasez de productos y componentes como de inflación en los precios de los fletes, los contenedores y una amplia gama de bienes de consumo y de materias primas e intermedias para la industria.

La tardanza en las expediciones y en la recepción de mercancías ya se está haciendo sentir en Occidente, y Asturias no es una excepción: los importadores de la región llevan más de un mes aguardando por mercancías que siguen retenidas en Shanghai, donde se calcula que más de 2.000 mil buques están a la espera de recibir autorización para zarpar o para atracar en el puerto con el mayor tráfico de contenedores del mundo.

La compañía asturiana de ropa y equipamiento deportivo Joluvi, de Cancienes, es una de las que está padeciendo las consecuencias. Tiene tres contenedores con mercancía retenidos en Sanghai desde hace más de un mes y otro en el puerto de Shenzhen. “No tenemos ni siquiera fecha de cuándo saldrán para España. Están derivando tráfico al puerto de Ningbo, pero también está supersaturado”, explicó José Luis Vigil, fundador y director gerente de la empresa.

Joluvi hace el diseño de sus prendas en Asturias y fabrica en China y otros países para poder competir en costes con las grandes multinacionales del sector. “Estamos tratando de recurrir todo lo que podemos a la producción nacional y traer fabricación a Europa y España, pero la diferencia de costes siendo muy grande. Y no podemos vender más caro. También estamos analizando otros países”, explicó.

La severa política sanitaria de las autoridades de Pekín para atajar los nuevos conatos de contagio de la variante ómicron del coronavirus no sólo ha colapsado el puerto de Shanghai, que es la vía de salida del 27% de las exportaciones chinas, y a otros puertos aledaños. Las alternativas a la navegación (las rutas aéreas y el ferrocarril que une China con Alemania y Madrid) padecen sobredemanda y “una elevada saturación”, dijo Vigil.

La pandemia también está volviendo a parar o reducir la producción en muchas fábricas. La producción industrial se contrajo en abril en China por esta causa. Y la escasez de contenedores, agravada por los miles de ellos que permanecen a bordo de buques atrapados en el gran atasco chino, ha disparado su cotización. Antes de la pandemia se pagaban 2.400 dólares por contenedor y ahora 17.000 dólares (16.195 euros).

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE UU, alertó anteayer del impacto de esta grave situación china en una inflación que ya está desbocada en el mundo desarrollado.

El asturiano Orencio Grela, asesor jurídico y responsable de la filial europea del grupo pekinés Easy Best (consultora para inversiones y comercio entre Europa y China), explicó que, aunque muchos importadores puedan abastecerse en otros países, no siempre esto será posible (“Hay cosas que sólo las hace China”) y, en todo caso, tendrán que asumir “un precio mayor” y soportar plazos de entrega superiores porque el atasco chino “está afectando a todo el tráfico marítimo mundial”.

Y alerta que, amén de la demora con que se producirá el restablecimiento de la normalidad una vez que Shanghai reanude la actividad, “los mejores clientes serán los que primero recibirán la mercancía” y que “quien lo quiera a la mayor brevedad tendrá que pagar mucho más, como ocurrió con las mascarillas en 2020” .

Además de la llegada de insumos vitales para la industria de las grandes economías y de productos básicos, la obstrucción en la llamada “fábrica del mundo” también está afectando a las exportaciones que tienen a China como destino, aunque aquí el impacto es menor. Asturias exportó el año pasado a China por valor 81,9 millones, equivalentes al 1,57% del total de las ventas asturianas en el exterior. La afectación es superior en las importaciones: Asturias compró a China en 2021 por valor de 196,7 millones, el 4,23% del total de las adquisiciones realizadas por la región en el extranjero.

Calviño suprimirá la ayuda al combustible si las empresas la aprovechan para subir precios


La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, advirtió ayer de que el Ejecutivo pondrá fin a la bonificación de los 20 céntimos para rebajar el coste del combustible si los operadores elevan los precios para absorber la subvención. Calviño, en declaraciones a Radio Nacional, respondió así al ser preguntada por si el Gobierno baraja prorrogar el decreto anticrisis más allá del 30 de junio o alguna de sus medidas, como la bonificación al combustible. La vicepresidenta aseguró que se analizarán qué medidas del decreto están siendo más eficaces a la hora de valorar una posible prórroga de las mismas. “Si vemos que alguna medida hace que se mantengan los precios porque los operadores están absorbiendo la ayuda, no seguiremos con esa ayuda”, precisó Calviño. Preguntada por si tiene algún indicio de que esté sucediendo esto con la bonificación al combustible, se limitó a responder que el Gobierno “está siguiendo muy de cerca el mercado de carburantes”, igual que el mercado eléctrico. El precio medio del litro de gasóleo y gasolina ha subido por segunda semana consecutiva, después de la Semana Santa, para consolidar su tendencia al alza. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, los 1,872 euros por litro del gasóleo de precio medio que se registran ahora representan un nuevo máximo histórico, superando los 1,847 euros de hace una semana. Para la gasolina, el precio medio es de 1,837 euros. No incluyen la bonificación de 20 céntimos por litro.

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