Las renovables ya generan algunos meses la mayoría de la electricidad de Asturias

El tímido despliegue de instalaciones verdes y, sobre todo, el apagón de las térmicas provocan un vuelco en la generación del Principado

La central térmica de Lada, que está siendo desmantelada tras su cierre.

La central térmica de Lada, que está siendo desmantelada tras su cierre. / Juan Plaza

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Asturias ha marcado un hito en su transición hacia las energías limpias. En dos meses de 2023, la mayoría de la generación eléctrica de la región procedió de fuentes renovables. El agua y el viento produjeron más energía que el carbón y el gas. No obstante, ese vuelco histórico está más vinculado al apagón y bajo rendimiento de las centrales térmicas que al despliegue de las instalaciones de generación verde. De hecho, Asturias es una de las regiones con menor crecimiento del parque de renovables pese a que hay cerca de un centenar de proyectos en tramitación.

En los meses de enero y noviembre de 2023, la generación de electricidad de las centrales hidroeléctricas y de los parques eólicos de Asturias superó la registrada en las centrales térmicas de carbón y en los ciclos combinados de gas. En enero se produjeron en el Principado 969.119 megavatios hora de los que 491.426, el 50,7%, procedieron de centrales hidroeléctricas y de parques eólicos. En noviembre la generación fue de 835.922 megavatios hora de los que 435.653, el 52,11%, procedieron de renovables, según los datos que recopila la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) a partir de la información que aportan las empresas productoras.

Enero y noviembre fueron meses favorables para la generación en las centrales hidroeléctricas por las intensas lluvias y los altos niveles de almacenamiento en los embalses (se registraron los picos de producción del año) y además también hubo buenas condiciones de viento para que los 24 parques eólicos instalados en el Occidente de Asturias registraran altos niveles de producción. Ese escenario favorable de viento y lluvias se registró en buena parte de España. Se registraron picos de generación renovable en el conjunto del país que restaron producción a los ciclos combinados y que hicieron innecesario el aporte de las centrales de carbón. El denominado "hueco térmico" fue mínimo (en noviembre apenas superó el 11% del total del mix de generación), con lo que las centrales asturianas que queman combustibles fósiles tuvieron muy bajos niveles de funcionamiento.

Las renovables ya aportan algunos meses la mayoría de la electricidad en Asturias, pero se debe más al bajón de la producción de las térmicas que al aumento de la potencia instada en renovables.

Asturias es la región que ha perdido más potencia de generación eléctrica en España con la transición hacia las energías verdes. El cierre de las centrales térmicas de carbón de Lada y Soto de la Barca no ha sido compensado, ni de lejos, con un desarrollo equiparable de las energías verdes pese a la instalación de nuevos parques eólicos. El resultado es que Asturias ha perdido en un lustro 689 megavatios (MW) de potencia instalada (el 15%), según datos de Red Eléctrica de España, el operador del sistema. Ninguna otra comunidad ha perdido tanto y la mayoría, por contra, ha ganado con el despliegue de energía verde.

La potencia instalada

Asturias tiene actualmente una potencia de generación instalada de 3.822 MW y, tras el cierre de Soto de la Barca y Lada, aún conserva 1.250 MW alimentados por carbón en centrales que cerrarán como muy tarde en 2025, según ha anunciado EDP, la compañía propietaria de las plantas de Aboño (uno de cuyos dos grupos se transformará para usar gas) y Soto de Ribera. Además, otros 854 MW corresponden a los grupos de ciclo combinado de gas de la central de Soto de Ribera. Por lo tanto, el 55% de la potencia instalada en Asturias sigue alimentada por combustibles fósiles y a esa tasa hay que añadirle la cogeneración (producción de electricidad y al mismo tiempo calor para procesos industriales en grandes fábricas) que aún depende en la mayoría de los casos de calderas de gas o de gasoil.

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