La producción industrial prolongó el tono negativo en Asturias en el mes de enero, pero con un retroceso del 1,1% en tasa interanual, que, aun siendo el segundo más acusado del país tras el de Baleares, implica una moderación en el deterioro frente a la caída del 6,9% registrada en diciembre y aún más respecto a los desplomes de dos dígitos que vivió la región en muchos meses del periodo comprendido entre septiembre de 2022 y agosto de 2023.
En el conjunto de España se produjo un crecimiento del 3,6%, según el INE, y 12 de las 17 comunidades autónomas tuvieron comportamientos positivos. No obstante, la media nacional, una vez corregida de efectos estacionales y de calendario, cedió el 0,6%, aunque fue 8,5 puntos mejor que la medición equivalente en diciembre.
La energía, con una nueva caída notable de su actividad (-13%), continuó lastrando la industria asturiana pese a que la actividad fabril manufacturera arrojó una progresión en general al alza, salvo el traspiés del -1% en bienes de equipo. La producción de bienes de consumo mejoraron de media el 2,9%, pero, mientras los no duraderos avanzaron el 2,5%, los de consumo duradero se dispararon el 14,1%. En el caso de los bienes intermedios, prosiguió la recuperación con una tasa interanual del 5,4%.
La producción energética suma 17 meses consecutivos en negativo en Asturias (desde septiembre de 2022), con caídas que llegaron a ser de hasta el 40,9%, tras haber protagonizado incrementos de hasta el 51,7% en 2021-2022.