Santiago de Compostela

El patrón del atunero «Playa de Bakio», el gallego Amadeo Álvarez, admitió ayer a la familia que ve «mal» la situación y no ocultó que se encuentra «desanimado» al cumplirse el quinto día del secuestro del barco por un grupo de piratas somalíes.

Así se lo trasladó a su mujer, Angelines Mariño, quien recibió la llamada de su marido después de que su último contacto para «tranquilizarla» y confirmarle que «todos estaban bien» fuese la mañana del martes.

En la «breve» conversación que mantuvo con su mujer, el patrón insistió en que los miembros de la tripulación, entre los que figuran cinco vascos y ocho gallegos, siguen «bien». No obstante, el patrón reconoció que no estaba «muy animado» y confesó a su esposa que ve «mal la situación».

Sin embargo, el coronel de Infantería de Marina y analista emérito del Centro Superior de Estudios de Defensa Nacional (Ceseden), Gonzalo Parente, dijo que la negociación que lleva a cabo el embajador en Kenia, Nicolás Martín Cinto, «va bien» y que la prioridad es la vida de los pescadores. Martín Cinto volvió a reunirse ayer con el primer ministro somalí y las labores para conseguir la liberación de los rehenes se desarrollan con discreción.

Los 26 tripulantes siguen en el barco y no han sido trasladados a tierra. El atunero fue abordado el domingo, a 230 millas de la costa de Somalía, por una docena de piratas, que dispararon contra el pesquero con un lanzagranadas. Los asaltantes exigen un rescate de un millón de euros.