Madrid / Oviedo

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirma que España asume con su «mejor entusiasmo» la tarea de sacar a Europa de la crisis y sentar las bases de una economía más innovadora y sostenible, los principales retos que tendrá el mandato semestral de la UE, que arrancó ayer.

En un mensaje institucional para saludar el estreno de la Presidencia, divulgado a través de la página web oficial (www.eu2010.es), Zapatero pidió a los ciudadanos que se involucren con el proyecto europeo porque así estarán también «defendiendo los intereses generales de España y de los españoles».

Además de la salida de la crisis, las prioridades del Gobierno durante su mandato europeo pasan por la aplicación del Tratado de Lisboa, el reforzamiento de la influencia de la UE en el mundo y la consolidación de los derechos sociales.

A estos objetivos se une el de la seguridad, después de que la Presidencia española haya arrancado en medio de la amenaza de Al Qaeda, reflejada, entre otras acciones, en el reciente intento de atentado en un avión en Estados Unidos y la continuidad del secuestro de los tres cooperantes catalanes en Mauritania.

España toma las riendas de la UE por cuarta vez desde su adhesión en 1986 en un contexto de incertidumbre económica y con la responsabilidad de coordinar la estrategia económica de Europa para la próxima década.

Según Zapatero, España «afronta este período con su mejor entusiasmo, con su mayor vocación europeísta, para defender ante todo los intereses generales de Europa, porque sabemos que así estaremos defendiendo los intereses generales de España y de todos los españoles».

El jefe del Gobierno reclamó el apoyo de los trabajadores y los empresarios para construir «una economía cada vez más productiva, más innovadora y más sostenible», compatible con el «gran símbolo que en Europa representa el Estado del bienestar y las políticas sociales».

En su mensaje en internet, Zapatero subrayó la oportunidad que se presenta en los próximos seis meses de «convertir a España en un factor cada vez de más fuerza en el contexto internacional». «Una Europa que defienda, que extienda los valores de la paz, la cooperación y el diálogo entre los pueblos», manifestó.

La Presidencia española coincide con la puesta en marcha del Tratado de Lisboa y de los dos nuevos cargos que crea: el presidente estable del Consejo Europeo, el conservador belga Herman van Rompuy, y la reforzada alta representante para la Política Exterior, la laborista británica Catherine Asthon.

El mandato español inaugura una etapa en la que el protagonismo de la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE -el órgano encargado de coordinar los distintos consejos ministeriales- queda reducido por los nuevos cargos creados por el Tratado de Lisboa. A partir de ahora, Van Rompuy será el rostro y el interlocutor de la UE y dirigirá las cumbres, aunque Zapatero estará en primera línea en las que se celebren en España.

Más de 350 reuniones se celebrarán en España en los próximos seis meses, dentro de una agenda de alrededor de 3.000 actos que en su mayoría tendrán lugar en Bruselas.

Madrid, Barcelona y Andalucía acogerán las principales reuniones, como las cumbres de la UE con EE UU, América Latina, los países del Mediterráneo y Marruecos.