Benedicto XVI es el segundo Papa que visita España, tras Juan Pablo II que lo hizo en cinco ocasiones, y su viaje del 6 y 7 de noviembre próximo a Santiago de Compostela y a Barcelona supone también el segundo que el Pontífice alemán efectúa a España.

El primer viaje de Benedicto XVI a España fue en julio de 2006, cuando acudió a Valencia para presidir el V Encuentro Mundial de la Familia, que había sido convocado por Juan Pablo II.

Benedicto XVI tiene previsto viajar de nuevo a España en agosto del próximo año, para asistir en Madrid del 16 al 21 de ese mes la Jornada Mundial de la Juventud.

El primer viaje de un Papa a España fue en 1982, cuando Juan Pablo II pisó por primera vez la península. Después repitió en 1982, 1984, 1989, 1993 y 2003.

Esa primera visita tuvo lugar del 31 de octubre al 9 de noviembre de 1982 y fue la más larga (diez días) de las que posteriormente realizó.

Visitó Ávila y Alba de Tormes. Celebró una eucaristía por las familias cristianas en el Paseo de la Castellana, que fue el acto religioso más multitudinario en la historia de Madrid, y un encuentro con los jóvenes en el madrileño estadio Santiago Bernabéu.

Estuvo en Guadalupe, Toledo y Segovia. En Sevilla, beatificó a Sor Angela de la Cruz, ahora ya santa, fundadora de las Hermanitas de los Pobres e impuso el crucifijo a varios misioneros y misioneras en Javier, tras su visita a Loyola.

En el Pilar de Zaragoza dirigió el rezo del rosario para el mundo entero. En Montserrat celebró la eucaristía y rezó el Angelus en la Sagrada Familia de Barcelona -que ahora consagrará Benedicto XVI- y en Valencia ordenó a un grupo numeroso de sacerdotes.

El último día de ese viaje, Juan Pablo II estuvo en Compostela, donde se reunió con los hombres del mar en la Plaza del Obradoiro, y tras un acto europeísta, en la catedral, regresó a Roma, desde el aeropuerto de Labacolla.

La segunda visita se produjo el 10 octubre de 1984. Ese día Juan Pablo II llegó a Zaragoza, primera escala de su viaje por Iberoamérica.

En la Basílica del Pilar leyó un mensaje dirigido a familiares de misioneros españoles en Latinoamérica y en un acto litúrgico se dirigió a los fieles en el barrio de Actur.

Después el Papa continuó su viaje hacia la República Dominicana. Su segunda estancia en España, había durado unas quince horas.

El tercer viaje a España fue del 19 al 21 de agosto de 1989. El pontífice, que en esta visita estuvo como peregrino, se dirigió desde el aeropuerto santiagués de Lavacolla a Santiago de Compostela, donde en el Monte del Gozo presidió la IV Jornada Mundial de la Juventud.

Entró en la catedral compostelana después de recorrer a pie un trecho del camino de Santiago, en una peregrinación simbólica. Vistió la esclavina y el bordón de roble y, ya en el interior de la cripta, rezó ante las reliquias del Apóstol.

Desde Santiago, se trasladó a Asturias. En Oviedo visitó la catedral y la Cámara Santa y celebró misa en el aeroclub Yanera.

En Covadonga, acompañado del Príncipe de Asturias, leyó una plegaria mariana en la santa cueva y presidió la eucaristía concelebrada por cardenales arzobispos y obispos. Visitó la zona de los lagos y desde Cangas de Onís se dirigió al aeropuerto de Renón con destino a Roma.

El cuarto viaje a España fue del 12 al 17 de junio de 1993.

En Sevilla visitó la catedral, ordenó a 37 sacerdotes y clausuró el XLV Congreso Eucarístico Internacional. En Huelva visitó los lugares colombinos y el santuario del Rocío, y en el Monasterio de la Rábida impuso una corona a la Virgen de los Milagros.

Antes de trasladarse a Madrid, rezó en la parroquia de Palos de la Frontera, considerada cuna del Descubrimiento.

En la capital de España consagró la catedral de la Almudena, primera catedral española consagrada por un Papa y segunda consagrada por Juan Pablo II, después de la de Yamusukro (Costa de Marfil), en 1990.

El 16 de junio, en una multitudinaria celebración eucarística en la madrileña plaza de Colón, canonizó al beato español Enrique Ossó, fundador de la compañía de Santa Teresa de Jesús.

La quinta visita fue de apenas dos días de duración -el 3 y 4 de mayo de 2003. Sólo viajó a Madrid, donde le recibieron más de un millón de personas, se reunió con cerca de un millón de jóvenes en la base aérea de Cuatro Vientos y proclamó cinco santos españoles.