J. L. ARGÜELLES

La escritora Laura Esquivel, autora de «Como agua para chocolate», uno de los grandes éxitos internacionales de la narrativa hispanoamericana, lleva ligada al «Oaxaca Screen Writers'LAB» desde los inicios, hace dieciséis años, de este importante taller de guiones cinematográficos, que, desde el lunes y hasta el viernes próximos, acogerá la Laboral. «Es un acierto que el laboratorio se organice en Gijón», aseguró ayer la autora mexicana, inmersa, tras la publicación de «Malinche», en 2006, en el proceso de escritura de una nueva novela: «Astilla de cristal».

Laura Esquivel forma parte, junto con guionistas tan conocidos como Mateo Gil, Jesús Regueira y Sebastián Cordero, del equipo de creadores que prestará ayuda y consejo a los autores de los once guiones seleccionados para el taller de la Laboral; entre ellos, «Bajo el mismo cielo», del sierense José Enrique Iglesias, el único asturiano elegido para participar en el encuentro. El «Oaxaca Screen Writers'LAB» es uno de los frutos del afamado festival independiente que Robert Redford alienta en Sundance. Su coordinadora, Bertha Navarro, productora de Guillermo del Toro, uno de los mosqueteros junto con Cuarón y González Iñarritu del nuevo cine mexicano, también asume, al lado de la asturiana Teresa Fernández Cuesta, las riendas del encuentro de la Laboral.

«Es un taller muy enriquecedor para todos los que nos dedicamos al cine», subrayó Laura Esquivel, que inició su carrera literaria escribiendo, precisamente, para cine y televisión. Está entre quienes opinan que hacer una buena película siempre es más fácil cuando hay un buen guión del que tirar. Del laboratorio de guiones han surgido muchas de los grandes filmes del actual cine latinoamericano: desde «La ciénaga», de Lucrecia Martell, hasta «Nicotina», de Martín Salinas. Por este taller han pasado guionistas como Sakary Skar («JFK», junto con Oliver Stone), Lawrence Konner («Los Soprano»), Guillermo Arriaga («21 gramos» o «Babel») y Alicia Luna («Te doy mis ojos», con Icíar Bollaín).

«Es un encuentro creativo muy eficiente», señaló Bertha Navarro, para quien el taller, mediante el diálogo entre asesores y guionistas, permite perfeccionar los textos. «Los aciertos internacionales del cine mexicano algo deben al laboratorio». «Puede ser muy importante para Asturias», añadió. El laboratorio ha permitido trabar relaciones entre las distintas cinematografías latinoamericanas. El planteamientos es buscar nuevos anudamientos creativos con el cine español y sus guionistas.

Para la también productora Teresa Fernández Cuesta (por ejemplo, de «Nemyure», el corto con el que el mierense Jorge Rivero optó a un «Goya») es importante que esta primera edición europea del «Oaxaca Screen Writers'LAB» se celebre en Gijón. «Ayuda a poner el foco de atención en Asturias». Esta sierense defiende la necesidad de trabajar para crear una industria cinematográfica en la que el Principado tenga participación: «Espero que el laboratorio pueda contribuir y que, además, sirva como referencia». Su planteamiento, que coincide con el de Bertha Navarro, es que el encuentro de la Laboral tenga continuidad. «Nuestra intención es poder invitar (en futuras ediciones) a productores», resaltó.

Para Bertha Navarro, Gijón es una ciudad que reúne las mejores condiciones para mantener «un diálogo vivo que en las grandes urbes se pierde». Laura Esquivel se mostró ayer de acuerdo con la elección gijonesa: «Me ha encantado la playa y ver cómo los abuelos juegan con los nietos; es todo muy agradable y muy familiar».