Eloy MÉNDEZ

Casi tres años después de que los vecinos formularan las primeras reclamaciones por el retraso de las obras, aún se desconoce la fecha de finalización de la senda fluvial del río Piles. La parcela municipal de casi cuatro mil metros cuadrados situada en la margen derecha del cauce, entre los puentes de las calles Anselmo Solar y Albert Einstein, continúa completamente abandonada. Y las viejas cuadras de ponis que el Club Hípico Astur levantó hace décadas en el solar se caen a trozos ante la mirada impotente de los paseantes. Una situación que se ha agravado recientemente, después de que el Ayuntamiento haya paralizado también la urbanización de la ampliación de la senda, que debería afectar a 43.000 metros cuadrados y servir de nuevo acceso hacia el campus universitario. Según los vecinos, la decisión se ha tomado por falta de presupuesto.

Durante el pasado verano, varios operarios municipales trasladaron toneladas de tierra -procedentes de la cercana obra de la avenida de la Pecuaria- hasta los terrenos previstos para la ampliación del parque fluvial. «Pensábamos que por fin iban a iniciar la urbanización», asegura Ramón Fernández, que desde 2007 no ha parado de pedir información sobre el desarrollo urbanístico de esta zona de Viesques. Sin embargo, meses después, la finca se ha convertido en un gran barrizal en el que nada se mueve.

Esta actuación está incluida dentro del programa «Arco Medioambiental», que procura la adecuación de terrenos municipales infrautilizados e, inicialmente, estaba previsto que los trabajos comenzaran en el mes de septiembre. «Los problemas parecen ser la falta de dinero y que hay una construcción del Chas que invade ilegalmente estos terrenos municipales», afirma Fernández. Una explicación que no le convence. «Resulta que sí hay fondos para colocar una gran escultura de hierro en la glorieta de Albert Einstein, pero no para acabar la senda fluvial y para iniciar la ampliación de la misma en dirección al campus», se queja en relación al monumento que el Ayuntamiento ha encargado al escultor Francisco Fresno para una rotonda próxima a la zona y que tiene un presupuesto de 170.000 euros.

Pero más sangrante resulta la situación en los terrenos donde se ubican las viejas cuadras de ponis del Chas. Mucho tiempo después de que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico finalizara el resto de trabajos del paseo fluvial, aún no ha comenzado la urbanización de estos cuatro mil metros cuadrados, que cortan el paseo y que pertenecen al Ayuntamiento. La Confederación es la encargada de adecuar los terrenos, que después pasarían a ser responsabilidad de la concejalía de Medio Ambiente. «De momento nadie ha movido un dedo para desatascar la situación», se lamenta Fernández.

Según este vecino de Viesques, los responsables municipales deberían hacerse cargo de la retirada «inmediata» de los establos en ruinas. «Me han contestado que no se pueden realizar de momento porque tienen uralita y son trabajos muy peligrosos», se lamenta, después de denunciar que «en su día estas instalaciones fueron construidas por el Chas ilegalmente en una parcela que no era de su propiedad».