Miriam SUÁREZ

«El viejo Molinón se transforma en un joven estadio de Primera». Con estas palabras, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, daba por hecho uno de los proyectos más esperados de la ciudad. La nueva imagen exterior del campo de fútbol no empezará a apreciarse hasta el verano. Pero la presentación del diseño definitivo, que coincide con el inicio de las obras, despejó ayer todas las sombras que pesaban sobre esta actuación «tan singular».

El presidente del grupo Procoin, adjudicatario del proyecto, expuso ayer con todo lujo de detalles las características de la futura fachada de El Molinón, que se plantea como «una colosal pieza artística» que aspira a convertirse en «el tercer emblema de Gijón, junto con el "Elogio" y la Laboral». Algo que es posible porque su diseño lleva la firma del escultor Joaquín Vaquero Turcios. Su reciente fallecimiento convierte esta intervención en la última obra destacada del artista.

La nueva piel que envolverá El Molinón tendrá tres capas. Una, básica, de un gris plateado que aportará transparencia al conjunto. Otra, formada por las impresiones artísticas que diseñó Vaquero Turcios. Y la tercera aportará color con la sobreposición de unos elementos tridimensionales que, en algunos casos, sobresaldrán por encima de la fachada. Para cerrar todo ese revestimiento, Procoin construirá nuevos pilares en las esquinas de la tribunona (con la grada Norte y la Sur), mientras que la pared de la zona Este caerá en vertical.

Como soporte se utilizará un sistema de arquitectura textil que se conoce con el nombre de «texo innovation», del que la empresa tiene la patente para la Península, Iberoamérica y Oriente Medio. Se trata de una serie de membranas extensibles -en este caso, de poliéster revestido de PVC, un material de gran resistencia- que se unirán perimetralmente sobre estructuras metálicas; fórmula constructiva con la que, por ejemplo, se dio forma de nido al famoso Estadio Olímpico de Pekín.

«Tardamos en presentar la nueva imagen de El Molinón y pido disculpas, pero hemos querido analizar muy bien las diferentes soluciones técnicas, porque para nosotros éste es un proyecto muy especial, que va a potenciar una zona que ya tiene muchos atractivos», señaló el presidente de Procoin, Constantino Martínez, en un acto que contó con una amplia representación del sportinguismo, del equipo de gobierno municipal y de la propia empresa. «Y estamos muy satisfechos de la solución adoptada», apostilló.

Es la segunda vez que se presenta un proyecto de fachada para el estadio rojiblanco. El primer diseño estaba promovido por Ruta de El Molinón, que mostró a bombo y platillo en febrero de 2008 una imagen exterior muy diferente, aunque también contaba con la participación de Vaquero Turcios. Pero esta sociedad madrileña no consumó lo anunciado y el Ayuntamiento acabó retirándole la adjudicación por incumplimiento de contrato.

Procoin ha tomado el testigo del proyecto con una inversión de 9 millones de euros y una propuesta «mucho más moderna». Según explicó ayer Constantino Martínez, «a los seis u ocho meses (de la primera presentación) se produjo un punto de inflexión y Vaquero Turcios empezó a trabajar en otra imagen». Su idea definitiva se hará realidad en el plazo de un año. Se empezará por la grada Norte, donde Procoin apura la obra que ampliará en 2.600 asientos el aforo del estadio.

Este primer retazo del nuevo Molinón ya podrá verse, probablemente, el próximo junio. Para los operarios resulta más fácil trabajar ahora en la fachada del Piles porque esta zona ya está vallada con motivo de las obras de recrecido. En ella se colgará un gran escudo del Sporting, también fabricado mediante arquitectura textil. La intervención exterior avanzará hacia el resto del estadio una vez que finalice la Liga.

«Ahora sí», se congratuló el concejal Santiago Martínez Argüelles, coordinador de los distintas actuaciones vinculadas a la remodelación del municipal gijonés. Este plan de obra se aprobó tras fracasar, de la mano de Ruta de El Molinón, el último intento de reforma. El Ayuntamiento lleva comprometidos 16 millones de euros, sufragados en parte con fondos Zapatero. A esa cantidad se suman los 9 millones que aporta Procoin, ligados a una concesión administrativa que le permite explotar los bajos del estadio durante 40 años.

De los 12.000 metros cuadrados disponibles, 8.500 se destinarán a uso comercial, y 3.500 a oficinas. El grupo asturiano ya tiene preacuerdos de ocupación para «el 75-80 por ciento del espacio». Los locales de la grada Este se dedicarán casi por completo a actividades deportivas: «Existe un preacuedo para un gimnasio de 3.500 metros con piscina en altura y un centro para favorecer el deporte en niños de 2 a 12 años». En los bajos del fondo Sur y la Tribunona se implantará comercio y ocio.

Martínez habló, en concreto, de «un supermercado de 2.000 metros; una cafetería tematizada con el Sporting; y un establecimiento de 300 metros para comida rápida». No se descarta el «outlet» de primeras marcas que plantea la Unión de Comerciantes, con la que Procoin ya se ha reunido en dos ocasiones. Además, se mantienen conversaciones «con compañías importantes» que no pueden implantarse en el Parque Tecnológico de Cabueñes por falta de espacio y están interesadas en las oficinas previstas en el estadio.

Poner en valor el espacio de la concesión requerirá una esfuerzo adicional de 12 millones. Procoin recuperará ese dinero alquilando los locales a un precio que «adaptaremos al mercado». Los bajos entrarán en funcionamiento a finales de 2011. La empresa calcula que no rentabilizará su inversión, que incluye obras complementarias de mejora, hasta dentro de quince años. «Más allá de la nueva imagen, ésta es una cancha sin parangón para nuevos negocios -un gran eje de actividad empresarial, según el Ayuntamiento-, así que no vamos a cargarnos el proyecto metiendo cualquier cosa», garantiza Procoin.