Seguramente que si alguien, además de los invitados al enlace, hubiera sabido que Jesús Monteserín, inventor del escanciador de sidra automático, casaba a su hija en la iglesia de San Julián de Somió, se hubiera acercado no sólo a darle la enhorabuena, sino a aplaudir su exitosa idea. El inventor hizo las veces de padrino junto con Marifé Escartín, que actuó de madrina. Se casaba su hija, Tatiana Monteserín Menéndez, funcionaria, con el empresario oscense Martín López Escartín. La finca de «La Riega» se ocupó del banquete nupcial.

En Jove también hubo boda: la de la enfermera Azu García Acero con el futbolista del Langreo Manolín Pérez Blanco. Actuaron como padrinos Lidia Blanco y José García. Todos ellos festejaron la feliz jornada en el restaurante La Llorea Golf. Hoy viaja la pareja rumbo a Nueva York. Días después les esperan las playas de la Riviera Maya.

Puede ser que la casualidad haga que la pareja anterior se encuentre viajando en el mismo avión que Vanesa Blanco Criado y Elías Montes Piñera. Aunque prefirieron formalizar su situación de forma civil, eligieron el mismo destino de luna de miel. Ambos gijoneses de La Calzada eligieron como testigos a Belén Piñera y Balbino Blanco. La Carbayera de Granda sirvió la comida nupcial.

También visitarán la ciudad de los rascacielos Mónica Lara Miñambres y Alejandro González García. Antes se dieron el «sí, consiento» en el salón de recepciones del Ayuntamiento y posaron junto a las Vespas que adornaban el sábado la plaza Mayor. Actuaron como testigos del ceremonial Carmen García y Eugenio Lara.

El sábado también se habló italiano en Gijón. Y es que muchos de los invitados a la boda de Beatriz Zapico y Marcelo Barboni llegaron desde Génova, ciudad natal del novio. La pareja de investigadores, él de ingeniería nuclear, ella de sísmica, residirá en Holanda. La Banda de Gaitas «Villa de Xixón», de la que el padre de la novia es miembro, amenizó el encuentro.