Miriam SUÁREZ

«Ser médico es mucho, pero ser alcalde de tu ciudad es algo tan grande...». Después de media vida volcada en la medicina, el 22-M le ha dado a Carmen Moriyón muchas papeletas para convertirse en la próxima alcaldesa de Gijón, con unos resultados electorales que han revolucionado el panorama político municipal. Sólo algo así podría ponerle un paréntesis a su vocación.

Ayer, se la veía entusiasmada. Su partido, Foro Asturias (FAC), ha conseguido 9 concejales de los 27 en juego. No podrá gobernar en solitario, pero su irrupción en el Ayuntamiento le ha dado un giro radical a la historia democrática de Gijón. Por primera vez en 32 años, la ciudad tendrá un gobierno conservador. Y Carmen Moriyón lidera ese cambio.

Pero el éxito electoral no le nubla su sentido más inmediato de la responsabilidad. Hoy se incorporará a su trabajo en el Hospital de Cabueñes como cualquier otro día. «Faltaría más, tengo guardia. Y el fin de semana, que me toca trabajar, tampoco voy a dejar a los compañeros tirados. De eso, nada», señala, como si otra forma de actuar no entrase en su cabeza.

Habla la cirujana, la especialista en patologías mamarias. A la alcaldesa todavía no la ha interiorizado: «En Foro, trabajamos en tiempo real, no en lo que está por venir». Pero es difícil inhibirse de lo que se avecina cuando, en la calle, ya tratan a Moriyón como regidora. «Pudimos, pudimos», la recibió Miguel Ángel Crespo, camarero de Casa Suncia.

La candidata de Foro Asturias para la Alcaldía de Gijón llegaba al popular merendero de Somió sobre las tres y cuarto de la tarde, junto a su secretaria, Leticia García, y el director de la campaña, Gerardo Robles. «No me acuerdo de la última vez que comí», pensó en voz alta. Las elecciones le han cerrado el estómago. «Y eso que no me sentí nerviosa hasta que pasamos de 8 a 9 concejales», comenta. O sea, en la recta final del escrutinio.

Carmen Moriyón siguió el recuento de votos desde su casa, arropada por su hermana y su cuñado, una amiga y su inseparable Leticia García, que trabaja en el servicio de limpieza del Hospital de Cruz Roja (domingo electoral incluido). La noche se alargó hasta las tres de la madrugada en el local que FAC tiene en la calle Cangas de Onís. La visita de Francisco Álvarez-Cascos, que arrasó a nivel autonómico, le puso la guinda al pastel.

«Lo conseguimos en cuatro meses, sin vallas ni banderolas, haciendo mucha calle y picando a las puertas. Porque no hace falta despilfarrar en campaña», remarcaba ayer Moriyón. Pero ni los mejores pronósticos de Foro la situaban a un solo concejal de los socialistas en una ciudad donde siempre ha gobernado la izquierda. «Así que ya puedes hacerlo bien», le piden ahora sus padres.

Ella no parece dejarse llevar por el vértigo de la responsabilidad política. «Llevo 20 años tratando con personas enfermas, viendo muchas tragedias y conociendo la realidad de la vida; una realidad de la que están desconectados muchos políticos. No sé de urbanismo, vale, pero ya sabré», apunta, mientras espera el primer plato de un menú a base de espárragos, tortilla francesa y café. «No me entra nada más», explica.

A su lado se encuentra Isidro Martínez Oblanca, número 6 de la lista regional y uno de los grandes apoyos de Carmen Moriyón en su andadura política. Apenas se toman una hora para comer. A las cinco de la tarde se reúne la comisión directiva de FAC y Álvarez-Cascos les espera en Oviedo.

Para Moriyón, la primera jornada poselectoral comenzó a las ocho de la mañana, con la voz radiofónica de Carlos Herrera. Su mastín «León» acaparó las primeras atenciones de la gran triunfadora de las urnas: «Hubo que ponerle inyecciones, lo tengo pachucho». ¿Y luego? Visitó en la calle Asturias a una tía que «tuve algo descuidada durante la campaña», asistió al funeral de la madre de una amiga y cumplió con los medios de comunicación.

«Me preguntáis mucho por temas como la "Semana negra", asuntos que son muy polémicos y sobre los que hay que tomar decisiones. Pero el problema, problema, son los 25.000 parados de Gijón; lo importante es que no haya familias pasando penurias», reflexiona Carmen Moriyón, que, entre compromiso y compromiso, no escatima muestras de cariño hacia quienes se acercan a darle la enhorabuena.

El desempleo está muy presente en su conversación, que, por ahora, esquiva cualquier referencia a un posible pacto con el PP, gran enemigo de Foro en estas elecciones. «No es el momento», considera. Sí avanza que, de producirse lo evidente, esto es, que sea nombrada alcaldesa, «se hará un buen diagnóstico de la situación para, acto seguido, aplicar el tratamiento que se requiera».