Pablo TUÑÓN

El cambio experimentado por La Calzada fue drástico a lo largo del siglo XX. Algo que atestiguan las más de trescientas fotografías que se exhiben en el Ateneo Obrero con motivo de la VII Edición de la exposición «Amigos de La Calzada». Este repaso de la historia del barrio, desde 1900 hasta finales de siglo, deja patente el pasado industrial boyante de un oeste gijonés plagado de fábricas rodeadas de prados y casas.

«Hago este trabajo porque me gusta, no cobro por ello. Mi único interés es recuperar la memoria de un barrio como pocos, porque no conozco otro que tuviese tanta industria», explica Daniel Ordóñez, coordinador de la exposición. Por sus manos pasan las centenares de fotos cedidas por los vecinos. Una ardua tarea que aceptó con entusiasmo desde que surgió la idea, en 2004. «Escaneo cada foto que me llega, la imprimo en papel malo y me voy a hablar con su dueño para sacar todos los datos posibles», explica Ordóñez, que tiene digitalizadas y clasificadas las miles de fotos recopiladas en las siete ediciones de la muestra. «No se repiten en cada edición, salvo que se me haya escapado alguna. La mayoría las tengo en la cabeza», dice este prejubilado de los astilleros de Juliana.

Dado su pasado en la industria naval, y la vinculación de ésta con la zona Oeste, no es de extrañar que varias imágenes estén dedicadas al sector. Algunas de las más importantes, y antiguas, de la muestra están tomadas en 1912 y son de la botadura del vapor «Antonio López», primer barco fabricado en el astillero Constructora Gijonesa. «Es alucinante. Me la encontré cuando todavía trabajaba en Juliana y me encomendaron tareas en el archivo», señala Ordóñez.

Otra instantánea que llama la atención es una vista aérea del oeste gijonés con indicaciones sobre la localización de industrias en 1956. «La aportó un vecino. Era de sus padres, pero no sabemos desde dónde se hizo la foto», explica Ordóñez. La muestra ilustra momentos históricos para el barrio, como la construcción de la piscina del Club Santa Olaya, realizada por voluntarios, y su inauguración a finales de los cincuenta. También hay fotos de las diferentes industrias, como la fábrica de sombreros o de cerveza, así como la envasadora de La Casera, situada junto a la playa del Arbeyal. «No había casi arena y se la llamaba la playa de La Casera y también la de los Señoritos. Allí se desguazaban barcos que abandonaban: entraban a toda máquina, soltaban amarras y poco menos que se estrellaban con la costa», recuerda Ordóñez.

La exposición revela cosas que muchos desconocen. Incluye una foto del antiguo Cine Rivero. Pero no de la proyección de una película, sino de un combate de boxeo. Pocos saben que allí se celebraban veladas de este tipo, pero la historia de La Calzada es tan rica que está plagada de sorpresas.