Lleva dos años prejubilado, pero es ahora cuando anda por la vida con los sentidos más alerta. Ángel Mateos Martín, profesor de Matemáticas durante 34 años, los últimos 21 en el IES Calderón de la Barca, acaba de publicar su primer libro, «Jubilación año I». Una obra autoeditada de difícil encaje en género alguno, porque simplemente se trata de una recopilación de monólogos, relatos de rutas por Asturias, canciones, chistes y anécdotas cazadas al vuelo.

«No tengo más pretensión que la de arrancar una sonrisa a los lectores», confiesa Mateos, que ha escrito su ópera prima hilando retazos de la vida diaria, con situaciones reales, vivencias acaecidas, con invenciones y ficciones «escritas en algo que llaman amestao, que viene a ser lo que yo llamo lenguaje de chigre», comenta.

Su primera obra contiene una colección de 16 microcapítulos, ordenados cronológicamente según se originaron en la mente del ex profesor, y en los que se relatan vacaciones, excursiones, monólogos, juegos, recuerdos, poesías y hasta un epígrafe dedicado a la ansiedad. Todo ello, sin más ánimo que el de entretener y aportar alguna pequeña lección. Porque «cuando me jubilé, pensé que podría seguir enseñando a mis alumnos sin estar físicamente en el aula», sostiene Ángel Mateos.

La aventura arrancó en la comida de despedida que le brindaron sus compañeros del IES Calderón de la Barca. A los postres, el profesor se arrancó con el monólogo «El prexubiláu», de la escritora Cristina Muñiz Martín. Gustó tanto que los amigos del aula le animaron a escribir, a poner en el papel lo que con tanta gracia relataba. Y eso que «nunca antes había escrito de nada que no fueran las matemáticas».

Con todo el tiempo libre del mundo por delante, Ángel Mateos se tomó en serio la tarea de ponerse a escribir y sólo en un año ya tenía material suficiente para su primera publicación. En las anécdotas y vivencias varias del libro aparecen citados numerosos amigos y conocidos, de tal manera que el éxito «estaba garantizado». «Saqué una tirada de 300 ejemplares y sólo me quedan 60; el resto me ha volado», asegura orgulloso.

Tanto le ha gustado la experiencia al ex profesor que «ahora los relatos me salen como churros». De hecho, ya tiene artículos de sobra para su próximo libro, que también prevé editar dentro de poco. Ahora, toca promocionar el primer volumen, que la gente «conozca el libro y pueda divertirse un rato con él».

Por eso, Ángel Mateos anda por la vida atento a todo cuanto oye, ya que cualquier situación se presta a ser recogida, con humor y desde el positivismo, en un libro que, subraya, «no es para jubilados». Porque los buenos ratos son aptos para todos los públicos.