"Me pasé llorando toda la noche por la alegría". Así habla María Díaz antes de cederle la palabra a su padre Jesús que lleva más de cuatro décadas vendiendo lotería en la administración número 27, en la avenida de La Argentina, del barrio de La Calzada. La administración que el sábado repartió un premio de más de un millón y medio de euros en la Primitiva: en concreto 1.635.820 euros. Alegría por dar el premio y por saber que los agraciados son habituales de la casa. Gente del barrio.

El millonario aguinaldo de Navidad se lo llevó una peña de ocho amigos, habituales del barrio y de la administración de lotería y bien conocidos por Jesús y su familia. "Me alegra mucho que sean ellos porque sellan aquí todas las semanas. La verdad que son amigos porque vienen mucho. Estoy hasta nervioso por ellos .¡Me presta que no te imaginas!", confirma el lotero.

"Solemos tener suerte y en las fechas cercanas a Navidad damos algún premio pero éste es el de mayor cantidad que hemos dado nunca. Estamos muy contentos porque supongo que esto subirá las ventas. Ya de por sí los lunes se llena de gente la administración", explica Jesús Díaz que se enteró de la noticia de improviso. "Nos enteramos a través de internet. Yo estaba arreglando una rueda que tenía pinchada y mi mujer Adoración me llamó para informarme. Llegó de sorpresa y encantados", relata.

La combinación ganadora estaba integrada por los números 15, 20, 47, 41, 12 y 43. El complementario el 3 y el reintegro el 7. Unas cifras que valen 1.635.820,4 euros. El premio de mayor importe sellado en la administración del barrio gijonés. Y pudo ser un premio mayor. "De haber acertado el reintegro, además de los seis números, se hubieran llevado el bote que estaba en 40 millones de euros", destaca Díaz.

"Ya llevamos cuatro primeros premios en la lotería y dos segundos premios. Y también repartimos 248.000 euros en el Euromillón", repasa Jesús Díaz, aún eufórico, mientras comienzan a llegar algunos vecinos a felicitar a su lotero de confianza.

A pesar de ser domingo Jesús Díaz visitó su administración, con la vista puesta en los próximos sorteos, especialmente el del día de Reyes. Ayudado por la familia comenzó a mediodía a repartir boletos a los bares de la zona. Unos comercios que tradicionalmente confían su destino al azar de una administración que llena de suerte al barrio cada poco tiempo.