"La moral. Eso es lo que nunca puede venirse abajo, que ahora viene lo duro". Óscar Piñera, presidente del comité de empresa de Tenneco, aconsejaba ayer con estas palabras a Daniel Reguera, uno de los portavoces de los empleados de Gijón Fabril, la empresa con sede en Porceyo que desde hace días se encuentra inmersa en una crisis con concurso voluntario de acreedores solicitado por el propietario de la factoría con vistas al cierre de la planta. Piñera y varios de sus compañeros de Tenneco entregaron ayer a los "compañeros" que luchan contra su despido los 1.260 euros que consiguieron recaudar a lo largo de los últimos días para contribuir al fondo de resistencia con el que cuentan los empleados que se han encerrado dentro de la planta de Gijón Fabril. Pero desde Tenneco ayer no sólo llegó dinero. Los empleados que consiguieron frenar el cierre de su factoría, anunciado en 2013, también acudieron a la cita cargados de ánimos y ejemplo.

"Si están unidos y pelean saben que tienen la razón y que les va a salir bien. Tienen que tener fe y seguir adelante. Su caso es calcado al nuestro y los primeros pasos que están dando son los correctos", aseguró poco antes de entregar el sobre con el dinero recaudado Isaac Pérez, del comité de empresa de Tenneco. "Necesitan el apoyo de todo el mundo, el mismo que nosotros tuvimos. Queremos que se sepa y darles ánimos para que no se rindan nunca", recalcó el portavoz sindical.

Daniel Reguera fue el encargado, por su parte, de agradecer el gesto a los compañeros que le precedieron en la lucha y a los que ya considera "un ejemplo". "Nos hemos enterado por la prensa que la juez ha declarado el concurso voluntario de acreedores de la empresa por lo que ahora empieza el período de negociación", contó Reguera.

Los empleados de Tenneco y de Gijón Fabril compartieron a mediodía un pincheo en las instalaciones de Porceyo en las que permanecen encerrados en protesta contra su despido algunos de los 48 trabajadores de la segunda firma. Allí, juntos, los empleados intercambiaron experiencias y se asesoraron de los pasos a seguir en la batalla por su puesto de trabajo. Tenneco pasó el testigo de la lucha por el empleo a Gijón Fabril. Un testigo cargado de esperanza para conseguir el mismo objetivo: evitar el cierre.