Enrique Tamargo y el equipo que formaba su directiva del Grupo Covadonga en el anterior mandato respondieron ayer con un comunicado a las duras críticas a su gestión vertidas por el actual presidente de la entidad, Antonio Corripio, basadas en una auditoría de las cuentas grupistas encargada por su directiva, que apunta a que Tamargo dejó pérdidas en el club en su último mandato, entre otros puntos.

"En relación con la realización de una presunta auditoría extraordinaria, quiero manifestar que las actuaciones llevadas a cabo por mi parte, y por la junta directiva que tuve el honor de presidir, estuvieron en todo momento guiadas por la defensa de los intereses del Real Grupo de Cultura Covadonga y de sus socios", recalca Tamargo, que agrega que "no podemos permitir que se ponga en duda nuestra honorabilidad ni nuestra honradez en la gestión, por lo que vamos a proceder a un estudio minucioso del citado informe, tras cuyo análisis haremos los comentarios y precisiones que consideremos convenientes en defensa, sobre todo, de la verdad, y adoptaremos, asimismo, en su caso, las medidas que estimemos procedentes en defensa de nuestro honor y de los intereses del Real Grupo de Cultura Covadonga".

No se queda ahí el escueto comunicado. Además de anunciar posibles medidas en un futuro contra las acusaciones vertidas desde la directiva de Corripio, critica su modo de proceder con la auditoría dada a conocer esta semana. "Quiero resaltar lo lesivo que es para el prestigio de nuestra sociedad este modo de actuación, máxime considerando que en el acto de transmisión de la presidencia, nuestra junta directiva ofreció su total colaboración para cualquier aclaración o duda que pudiera plantearse, colaboración que no ha sido requerida en ningún momento", finaliza diciendo Enrique Tamargo.

Matización de Corripio

Por su parte, el actual presidente del Grupo Covadonga, Antonio Corripio, quiso ayer matizar el montante de la deuda que, según denunció, Tamargo asumió de manera unilateral sin que constasen acuerdos ni de junta directiva ni de asamblea y que corresponde a la reclamación de un bufete de abogados. En la rueda de prensa en la que dio a conocer el resultado de la auditoria, cifró esta deuda en 324.176,26 euros cuando lo firmado por Tamargo asciende a 215.000 euros, a los que hay que añadir los intereses generados desde el momento de la firma en el 2011 hasta ahora, otros 62.712,26, lo que asciende a un total de 277.712,26 euros. La diferencia hasta los 324.176,26 euros anunciada el pasado viernes, alrededor de 46.000 euros, corresponden al importe de una iguala con el mismo bufete de abogados.

Corripio quiso dejar claras estas cantidades y espera que Enrique Tamargo aclare los motivos que le llevaron a asumir esta deuda. En la auditoría solicitada por la actual directiva grupista y elaborada por Llana Consultores ésta realiza una serie de recomendaciones de cara al futuro. Alguna de ellas hace referencia a la necesidad de revisar actuaciones habituales como pasar de realizar inventarios anuales a otros trimestrales, actualizar el manual de calidad, no disponer de cantidades tan elevadas en caja como las que habitualmente se tienen o que se soliciten al menos tres presupuestos cada vez que se vaya a subcontratar algún servicio.