Juan Vázquez, exrector de la Universidad de Oviedo, catedrático de Economía Aplicada, tiene claro que "estamos en una época de profundos cambios, tan profundos y de tanto alcance que más bien estamos en un cambio de época".

Sobre esta cuestión ofreció ayer una conferencia en la Casa Natal de Jovellanos invitado por el Foro del mismo nombre, en la que, sobre todo, quiso romper una lanza en favor de "reivindicar de nuevo la razón y las razones, porque en esta sociedad de la postverdad no existe la realidad sino la distorsión que se hace de ella". Vázquez denuncia cómo "hemos convertido la reflexión en espectáculo, con unos instrumentos que en economía son del siglo XIX para realidades del siglo XXI".

Por ello invitó a la Universidad ante los muchos desafíos actuales a "reivindicar el pensamiento, la reflexión y la innovación frente a la simpleza para aprovechar las potencialidades de los cambios en la economía actual", porque es más necesario que nunca "superar la prisa que nos ha nublado la razón".

Se refirió Vázquez con estos cambios a que "se han alterado muchos equilibrios en la economía mundial", de manera que lo que antes era una economía más segura, más equilibrada, más fiable, más reconocible, "hoy es una economía mucho más incierta, porque hay demasiados factores que están cambiando simultáneamente", indicó antes de citar las tendencias proteccionistas, el repliegue o el nacionalismo económico.

El segundo gran cambio, ajuicio del exrector, es el que tiene que ver con las tecnologías, "que están haciendo emerger una serie de empresas, sectores, actividades, empleos... pero sobre todo están haciendo que cambien las reglas del comportamiento económico, y quizás de eso no nos damos tanta cuenta", reflexiona. De manera que los procesos económicos, las formas de proceder, de hacer marketing y publicidad "alteran profundamente las convicciones, las políticas y las teorías que veníamos utilizando hasta ahora".

El tercer gran ámbito de los cambios es que "quizás como en ningún otro momento la política está influyendo mucho en el mercado y en la economía, y se está generando mucha incertidumbre", apuntó.

Todo ello dibuja un panorama incierto, "más inestable que nunca, pero también con muchas potencialidades". En política existe a su juicio "una cierta decepción con la gestión de la postcrisis, porque la percepción que tiene la gente es la de que estamos peor que antes de entrar en la crisis, y que no se ha filtrado convenientemente la recuperación de la crisis al conjunto de la sociedad".