Difícilmente exista algún color que no haya volado por los aires esta noche en Gijón. Durante casi media hora, el espectáculo pirotécnico de Begoña atrajo las miradas de miles de gijoneses y visitantes, apostados a lo largo de toda el litoral urbano.

Se cumplieron las previsiones, y las condiciones meteorológicos facilitaron el disfrute de la noche más especial del año en Gijón, que el año pasado resultó un fiasco a causa de la densa bruma.

Nada de eso en esta ocasión, en la que las mil y una formas y los mil y un colores se pudieron apreciar con total nitidez en el cielo. Pirotecnia Pablo, empresa canguesa que ya lleva unos cuantos años de experiencia en la gran noche gijonesa, ofreció un espectáculo de alto calibre.

Fueron más de 5.000 unidades de artificios pirotécnicos y 1.100 kilos de pólvora divididos en 60 conjuntos y comandados con 960 órdenes de disparo desde el Cerro de Santa Catalina para celebrar una de las citas estivales más celebradas por los gijoneses. Y eso es mucho decir para un público que estaba ávido de los fuegos de Begoña.

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Noche de fuegos en las fiestas de Begoña, en Gijón

Mañana termina la "Semana grande" y habrá restallón y danza prima para aquellos que tengan las piernas descansadas o no hayan sucumbido a la resaca de una noche que se espera larga y mutitudinaria.