La última asamblea federal de Izquierda Unida acordó como reto estratégico ayudar a la constitución de un bloque de cambio con capacidad de gobernar este país, y lograr con ello implantar una política económica y social al servicio de la ciudadanía y no de los mercados financieros y desarrollar una agenda de regeneración democrática.

En esta estrategia de confluir para ganar, y no quedarnos en dinámicas partidistas para arañar 9 o 10 diputados y diputadas más, se enmarca el reciente acuerdo federal de confluencia entre la dirección que encabeza Alberto Garzón y las direcciones de Podemos y Equo, que ha sido ratificado en el referéndum de hace unos días, con un apoyo mayoritario también de la afiliación y simpatizantes de Asturies.

En este contexto la Coordinadora de Izquierda Xunida d´Asturies ha acordado celebrar una consulta mañana, 28 de junio, para que la afiliación de IX respondamos a la siguiente pregunta "¿Quieres que Izquierda Xunida d´Asturies vaya en coalición con Podemos en las próximas elecciones?".

Como planteamos en la reunión de la propia Coordinadora esta consulta se debería haber hecho como conclusión de un proceso previo de dialogo con Podemos y otras fuerzas progresistas asturianas sobre estrategias conjuntas de cambio político en Asturies, acuerdos programáticos, visibilidad de las partes y formas de elegir la candidatura electoral. Esto hubiera permitido explorar las posibilidad de acuerdo o la inviabilidad del mismo, y tras ello realizar el oportuno referéndum; pero no ha sido esta la vía escogida y en lugar de ello se plantea una consulta "exprés" que, en función de su resultado, podría negar siquiera la posibilidad de sentarse a hablar sobre la articulación de un amplio espacio electoral plural y unitario en Asturies.

Nos parece imprescindible situar este debate en un momento de nuevo ciclo político en España y Asturies con la llegada de Pedro Sánchez al gobierno, y consideramos vital evitar una reconfiguración del espacio progresista en torno a un partido hegemónico (PSOE) con partidos satélites gravitando a su alrededor. Esta fórmula ya ensayada varias veces en los últimos 40 años de democracia nos puede llevar de cabeza a una nueva frustración de las esperanzas reales de cambio, y tras ello a un fortalecimiento de las posiciones políticas conservadoras.

Los gobiernos de Felipe González y la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero son prueba evidente de ello y demuestran que solo con movilización social sostenida y un espacio alternativo con gran fuerza electoral y capacidad de gobierno puede hacer que el PSOE (y Pedro Sánchez) no vuelvan a protagonizar aquello de "coger el violín con la izquierda y tocarlo con la derecha".

Por ello, a pesar del momento inadecuado de esta consulta, de que no se permita el voto a los y las simpatizantes o que no sea posible el voto telemático, creemos que es necesario participar y apostar por un SÍ a un diálogo y a una posibilidad de construir un espacio con la entidad electoral suficiente para asegurar un cambio real en nuestra comunidad autónoma.