Estremecedor caso de violación en Gijón. Un joven ha relatado a través de las redes sociales la escena de abuso que presenció el pasado fin de semana en pleno centro de la ciudad, en donde un hombre habría forzado a una mujer a mantener relaciones sexuales en un seto. Los hechos tuvieron lugar en la plaza de Europa en torno a la medianoche, según relata el testigo en redes sociales.

"Unes amigues y yo habíamos ido a charlar un rato al lugar, sentándonos en un banco próximo a la charca que detrás (más cerca que lejos pero no pegado) tiene un seto alto que impide ver lo que hay al otro lado. Estuvimos allí charlando en torno a una hora hasta que anocheció, estábamos hablando en voz medianamente alta porque no había mucha más gente en el lugar", relata esta testigo asegurando que en un momento determinado de la conversación "oímos una voz, bastante baja" que pedía ayuda. "Al principio pensamos que se trataba de una persona sin techo que había elegido el lugar detrás del seto para dormir y que nuestras voces la estaban molestando e impidiendo dormir, así que nos levantamos dispuestes a irnos a otro lugar", sentencia.

Cuando empezaron a escuchar palabras como "dejame en paz" se preocuparon más por lo sucedido y decidieron investigar. "En ese momento aparecieron un hombre y una mujer (que debían estar paseando por el lugar y lo debían haber oído también) y se acercaron a preguntarnos si teníamos alguna idea de lo que estaba pasando. Juntos fuimos a ver qué había al otro lado del seto y nos encontramos dos figuras: cuando me fijé mejor era un hombre encima de una mujer, inmovilizándola de alguna manera".

El presunto agresor le había bajado los pantalones a la mujer. "Llamamos al 112 y, mientras esperábamos, la mujer estaba atendiendo a la víctima, preguntándole cómo estaba y cómo se sentía. La mujer estaba bastante desorientada y abrumada por la situación y la cantidad de gente que habíamos aparecido (y que aparecerían porque la policía no tardó ni dos minutos en llegar) repetía tímidamente cosas como "no si tampoco fue para tanto" o cosas así", relata la testigo.

Cuando las personas que ayudaban a la víctima le dijeron que tenía que denunciar la propia mujer excusó al agresor. "La guinda fue cuando la otra mujer le estaba diciendo que cualquier contacto sin consentimiento era violación, que el hombre ese no tenía derecho a hacer lo que había hecho y que estábamos allí para apoyarla; porque entonces ella dijo: "No a ver, es que yo soy de la calle sabes" Se me rompió el alma completamente", asegura la tuitera.

El caso se encuentra actualmente en manos de la Policía Nacional. Son los agentes los encargados de dictaminar si hay delito en lo sucedido.