Los desperfectos en el emisario submarino de Aboño se originaron entre agosto de 2006 y febrero de 2012, fechas en las que la EMA encargó sendas inmersiones para su revisión, comprobándose en la primera que el emisario y sus 18 difusores se encontraban en buenas condiciones y apreciándose ya la desaparición de sus últimos 155 metros en la efectuada en 2012.

Entra ambas fechas se produjo la obra de ampliación de El Musel, con dragados en el fondo marino para obtener rellenos para los nuevos muelles que se efectuaron, entre otras áreas, en el entorno del emisario submarino. El final del emisario submarino atravesaba la zona de dragado denominada E, en el proyecto constructivo del superpuerto. Las dragas además actuaron en ese entorno, según explica Paco Ramos, portavoz en Asturias de Ecologistas en Acción, que siguió día a día los desplazamientos de las dragas a los posicionadores por satélite que portan todos los barcos mercantes.

La inspección de 2006 encargada por la EMA se produjo un mes antes de que llegara a El Musel el "Tarifa II", la embarcación en las que se construyeron los grandes cajones de hormigón con los que se construyó el Dique Norte de El Musel. A diferencia del Dique de Torres (la parte del dique exterior del Puerto más próxima al cabo de mismo nombre), que se construyó en talud, el Dique Norte es un dique vertical, que ha modificado las condiciones del mar en su entorno. De hecho, los barcos tienen prohibido fondear frente al mismo y en algunos ambientes portuarios se le denomina "el frontón", por el rebote de la mar contra el mismo.