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Médicos solidarios para peludos vulnerables

Nace en Gijón la asociación SOS Asistencia Veterinaria, un colectivo que atiende gratuitamente a las mascotas de dueños empobrecidos: "Necesitamos más apoyos"

Javier Bedmar.

Un servicio de cuidados gratuito para las mascotas de dueños con pocos recursos. Bajo esta premisa nació hace apenas mes y medio la asociación SOS Asistencia Veterinaria, un colectivo gijonés que busca ahora apoyos y patrocinios que le permitan ampliar su cobertura a toda la región. De momento el grupo cuenta con la coordinación de Javier Bedmar y la veterinaria Blanca González, vinculados ambos a un centro privado de Montevil, y han atendido a tres animales que evolucionan favorablemente. Su impresión es que, si el Colegio de Veterinarios de Asturias se involucra y promueve que otros profesionales se adhieran al proyecto, la iniciativa ayudará a reducir las tasas de abandono con un impacto económico "mínimo" para el sector. "Si todos echamos una mano veremos que lo que nos cuesta es muy poco pero el impacto en la región, inmenso", aclara Bedmar.

El proyecto, sin embargo, no busca atender gratis a cualquier animal. Los dueños deben acreditar ser beneficiarios del salario social básico o de una pensión retributiva y demostrar que poseen su mascota desde hace cosa de un año. "Así garantizamos poder ayudar solo a las personas que realmente lo necesitan y evitamos que otra compren o adopten animales pese a no poder costearse sus cuidados. Hay que pensar siempre muy bien las cosas antes de coger una mascota", razona el presidente. Para poder asegurar estos límites, los perros deben tener su chip puesto y los gatos tiene que estar con su cartilla de vacunas al día.

Eutanasia y casos graves

Si los apoyos aumentan, sin embargo, no descartan ampliar su cartera de servicios en el futuro, que de momento se limitan al diagnósticos de patologías "serias" que exijan, en la mayoría de los casos, un tratamiento específico o una intervención quirúrgica. "También nos gustaría abrir el abanico y atender también a los animales de mujeres víctimas de violencia de género, porque muchas se ven de golpe en casas de acogida con su mascota de toda la vida, por ejemplo", añade el responsable. La asociación ya cubre otros aspectos veterinarios graves y por lo general costosas como la eutanasia, administración de fluidos y pruebas diagnósticas, así como la estancia de hospitalización y las consultas diagnósticas.

En estas pocas semanas de actividad SOS Asistencia Veterinaria ha atendido a dos perros y un gato. Yuny, una pequeña Shih Tzu y gris, apareció en la clínica con varias úlceras como consecuencia de una conjuntivitis por ojo seco. "Ha mejorado muchísimo, pero también le hemos visto cálculos en la vejiga y ahora está bajo una dieta especial, así que no descartamos que la tengamos que operar", lamenta Bedmar.

El otro peludo se llama Socio y es un Pitbull de grandes dimensiones. Acudió a la clínica con inflamaciones en la piel que empeoraban con el lamido y con dermatitis grave en las patas. "Lo estamos tratando y evoluciona bien. Las patologías en la piel son muy complicadas de tratar y muchos dueños no pueden costeárselas", razona el experto. El único paciente de la especie felina es Mowgly, atendido hace apenas unos días por episodios constantes de vómitos. Lo más seguro es que tenga alguna alergia o intolerancia alimentaria, así que le han dado un pienso especial que, de momento, ha surgido efecto. "Estos tres primeros casos demuestran que, cuando hagamos el balance anual del centro veterinario, el gasto que supuso cuidar de ellos será como una gota de agua en el océano. Si más compañeros nos apoyan, podremos salvar a muchos animales", sentencia Bedmar. Con Mowgly, en realidad, los voluntarios ya han hecho su primera excepción, porque su dueña reside en Avilés. "En teoría íbamos a empezar solo en Gijón hasta que arrancase un poco el proyecto pero no nos hemos podido resistir. Si nos llama alguien de Oviedo creo que también podremos asumirlo", anuncia.

Ahora el colectivo está entrando también en contacto con el Albergue de Covadonga a petición de dos de las trabajadores del centro. Según el presidente, "se trata de gente sin recursos para los que el animal es su único compañero, los cuidan y los atienden perfectamente incluso si eso implica dejar a un lado sus propias necesidades". El margen de cobertura queda a expensas, sin embargo, del número de apoyos que reciban en los próximos meses. "El reto final es tener el patrocinio de laboratorios y farmacéuticas para costear los tratamientos, y también tener el apoyo de empresas de alimentación para pagar los piensos especiales. Si conseguimos eso podremos atender a cualquier mascota en apuros", adelanta Bedmar.

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